Macri inaugura el Foro Económico Mundial en plena huelga general en Argentina

AFP BUENOS AIRES

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David Fernandez | EFE

Una decena de manifestantes detenidos es el saldo de incidentes con la policía en el marco del paro, que ha paralizado el país

06 abr 2017 . Actualizado a las 23:10 h.

«Qué bueno que estemos acá, trabajando», lanzó el presidente argentino Mauricio Macri al inaugurar este jueves en Buenos Aires el Foro Económico Mundial para América Latina, cuando su país está paralizado por la primera huelga general contra su gobierno. Una decena de detenidos ha sido el saldo de las protestas convocadas con motivo de este paro.

«Queda claro que lo que comenzó hace 15 meses en nuestro país es mucho más profundo que un cambio económico», dijo el mandatario en referencia a su llegada al poder en diciembre de 2015 ante este foro bautizado por la prensa como «Mini Davos».

Fuera del circuito donde se desarrolla el foro, Argentina estaba virtualmente paralizada, sin vuelos nacionales ni internacionales, ningún medio de transporte público circulando y con cortes de calles, en el marco de una huelga general de 24 horas contra los despidos, la inflación y la pérdida del poder adquisitivo.

Macri repasó sus principales logros en materia macroeconómica en una charla con Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial (WEF), artífice del cónclave que cada año se realiza en la estación de invierno de Davos, en Suiza.

El mandatario enfatizó que con su gestión empezó «un cambio cultural, basado en un aprendizaje de años que llevaron por caminos equivocados y seguramente valores que no representaban la esencia de los argentinos».

«Hoy estamos decididos a apostar por el futuro, basado en la verdad, en poner los problemas sobre la mesa, encararlos y resolverlos», indicó Macri en el hotel Hilton del exclusivo barrio de Puerto Madero, donde se desarrolla el foro bajo estrechas medidas de seguridad.

Organizaciones sociales habían previsto una marcha hacia la sede del foro, pero un operativo de policía militarizada cercó en un extenso perímetro la zona del evento.

«Para generar trabajo hay que ser previsibles, confiables, no cambiar reglas del juego, para que argentinos y el mundo inviertan», dijo.

Señaló que su empeño es «ser confiables, porque la confianza es lo que lidera la fuerza de cambio en una sociedad».

En cuanto a la integración regional en momentos que gana terreno el proteccionismo en las potencias occidentales, Macri se dijo «optimista» de trabajar con sus pares latinoamericanos.

«No solo tenemos salida al Atlántico y Pacífico, sino que somos la mayor zona de paz en el mundo, tenemos una enorme potencialidad liderada por Argentina que es la seguridad alimentaria y energética», apuntó tras abogar por un «camino de integración desde Mercosur» que tienda puentes hacia la Alianza del Pacífico.

Argentina, paralizada

«El paro es un éxito, ha mostrado en todo el país la disconformidad con la política económica del Gobierno. Hay cada vez más despidos, se firmaron compromisos que no iba a haber despidos. No se cumplió», dijo Carlos Acuña, dirigente de la influyente Confederación General del Trabajo (CGT).

El ministro del Trabajo, Jorge Triaca, reconoció que «el paro tiene una alta adhesión» pero criticó a los sindicalistas acusándolos de actuar con motivaciones políticas, en un año en que se celebran elecciones legislativas el 22 de octubre.

Cinco heridos y 10 detenidos dejaron los incidentes entre agentes de la policía y manifestantes que se registraron en uno de los accesos a Buenos Aires, informaron fuentes de justicia al leer un reporte de la Gendarmería.

El gobierno advirtió que no permitiría el bloqueo de vías que impida el libre tránsito.

«Si no quieren irse por las buenas, vamos a iniciar el protocolo de acción; el objetivo es que haya caminos alternativos» para llegar a los lugares de trabajo, advirtió ante los medios la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, poco antes de que los agentes de Gendarmería reprimieran la protesta.

Malestar

«Hay un malestar enorme porque la política económica no dio resultados» con su modelo liberal de mayor apertura a las importaciones, despidos y flexibilidad laboral, dijo Juan Carlos Schmid, secretario general de la influyente Confederación General del Trabajo (CGT), controlada por el opositor peronismo.

Con clima de día festivo, una señal del alto acatamiento a la medida de fuerza fue el paro de los gremios aeronaúticos, de técnicos y personal general, que dejó sin vuelos al aeropuerto internacional de Ezeiza.

La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) indicó que la huelga afectó a más de 800 movimientos aerocomerciales, perjudicando a alrededor de 60.000 pasajeros.

La paralización también afecta a la industria, la sanidad, la educación y la banca en todo el país.

«Es una medida extrema que le sale mil millones de dólares al país», dijo la vicepresidenta Gabriela Michetti antes de que arrancara la huelga la medianoche del jueves.

La tercera economía de América latina sigue en recesión. Se desplomó 2,3% en el primer año de gobierno de Macri y solo en enero hubo una muy tibia recuperación, imperceptible aún para la clase media y trabajadora.

La pobreza aumentó y alcanza a 32,9% de los argentinos. Las inversiones cayeron 5,5%. La producción industrial lleva 13 meses de caída.

Los demandas

Esta huelga es el corolario de las multitudinarias marchas en marzo organizadas por sindicatos, estudiantes, organizaciones de derechos humanos y opositores que reclamaron en la calle frente a una situación social y económica en deterioro.

La inflación, que según consultoras llegó al 40% en 2016, evaporó el poder adquisitivo del salario y el consumo interno lleva 13 meses de derrumbe.

Estimaciones privadas sitúan en 21% la inflación para este año, mientras el gobierno insiste que será del 17% y busca imponer ese tope a reajustes salariales.

Los gremios lo rechazan y reclaman una recomposición en negociaciones libres con las empresas, como lo marca la ley.

Los despidos alcanzan a 250.000 en la economía formal, pero se estima que se multiplican por miles en una economía con el 40% de trabajo no registrado.

La industria y la construcción, principales pilares del empleo, se han derrumbado, y en febrero cayeron 6% y 3,4% respectivamente.

La lluvia de inversiones que prometió Macri al asumir la presidencia en diciembre de 2015 sigue sin producirse.

Macri endureció esta semana su postura hacia los sindicalistas después de que el sábado decenas de miles de personas sorprendieron con una concentración inédita para expresarle apoyo a su gobierno.

«Hay comportamientos mafiosos en sindicatos, empresas, política y justicia. Por suerte son minoría, pero hay que combatirlos», indicó Macri.