Erdogan gana por un estrecho margen el referendo de reforma constitucional en Turquía

Agencias

ACTUALIDAD

El «sí» a la reforma constitucional para convertir a Turquía en una república presidencialista se ha impuesto con un 51,35 % de los votos y permitirá al presidente perpetuarse en el cargo. La oposición denuncia irregularidades y exige un recuento de votos

16 abr 2017 . Actualizado a las 22:24 h.

El «sí» a la reforma constitucional para convertir a Turquía en una república presidencialista se ha impuesto en el referendo de este domingo con un 51,35 % de los votos, frente al 48,65 % del «no», según resultados oficiales correspondientes al 99,34 % del escrutinio y recogidos por la agencia de noticias turca Anatolia.

El viceprimer ministro turco Veysi Kaynak ha proclamado la victoria del «sí», aunque ha reconocido que no ha obtenido tantos votos como esperaban. «No hemos logrado la cantidad de síes que esperábamos», ha afirmado, según recoge la cadena británica BBC.

El «sí» se ha impuesto principalmente en el interior de la península de Anatolia, mientras que el «no» ha sido la opción más votada en la costa mediterránea, en la parte europea de Turquía y en el sureste del país, de mayoría kurda.

En Estambul, la ciudad más poblada del país, con 14,8 millones de habitantes, con el 96,57 % del recuento el «no» ha ganado con un estrecho 50,74 % frente al 49,26 del «sí».

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha declarado la victoria del «sí» en el referendo constitucional que transferirá todo el poder ejecutivo al jefe del Estado. «Hoy Turquía ha tomado una decisión histórica en un debate que dura 200 años y que es un cambio muy serio en nuestro sistema administrativo», dijo el presidente en un discurso en Estambul.

Turquía ha votado en un controvertido referendo que planteaba la posibilidad de otorgar a Erdogan amplios poderes y una forma de perpetuarse en el poder. La consulta, el cambio de mayor calado desde la fundación de la moderna república, ha transcurrido sin mayores incidentes y con largas colas para votar en numerosos colegios electorales. Unos 55 millones turcos estaban llamados a las urnas y la participación habría alcanzado el 85 % del censo.

Las encuestas daban tanto al «sí» como al «no» a la reforma presidencialista posibilidades de victoria y se vaticinaba un resultado ajustado. Las propias compañías de estudios demoscópicos habían mostrado dudas sobre la fiabilidad de sus encuestas dado el gran número de indecisos y el aumento de los ciudadanos que se negaban a responder.

En juego estaba el cambio de modelo político: desde una república parlamentaria a una presidencial con vastos poderes para el jefe del Estado, que asumiría todo el poder ejecutivo. El resultado también redefinirá sus relaciones con la Unión Europea (UE).

La oposición pedirá el recuento del 60 % de los votos

El principal partido de la oposición en Turquía, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), ha anunciado que pedirá un recuento de hasta el 60 % de los votos por irregularidades en la votación de este domingo.

En ese sentido, varias fuentes han denunciado que mientras la agencia de noticias estatal Anatolia informaba ya de un recuento con el 90 % de las urnas, la Comisión Superior Electoral (YSK), responsable del recuento, daba información correspondiente al 60 %.

Anteriormente, dirigentes del CHP habían cuestionado la legitimidad del recuento por la decisión de la YSK de aceptar votos sin el sello pertinente. «La YSK ha fracasado al permitir el fraude en el referendo», ha denunciado le vicepresidente del CHP Bulent Tezcan en declaraciones a la prensa desde la sede de la formación en Ankara.

La YSK ha publicado una nota en su página web horas antes del cierre de la votación en la que señala que aceptará votos sin el sello oficial a menos que se demuestre que son fraudulentos ya que ha recibido multitud de quejas denunciando que los funcionarios de la propia YSK no estampaban los sellos.

Otro vicepresidente del CHP, Erdal Aksunger, ha denunciado que se están produciendo «muchos actos ilegales para favorecer al Gobierno», aunque ha manifestado su confianza en que el «No» se impondrá.

Reforma constitucional

El referendo supone la culminación de un proceso que Erdogan tenía en mente desde prácticamente cuando llegó al poder en el 2003 al frente del Partido Justicia y Desarrollo (AKP) y para el que dio el primer paso importante al presentarse y ganar las primeras elecciones presidenciales directas en el país, celebradas en agosto del 2014.

Desde entonces, el cambio al sistema presidencial en Turquía ha sido la meta a alcanzar y de hecho fue uno de los temas clave de las elecciones parlamentarias de junio del 2015.

Sin embargo, el AKP no logró la mayoría suficiente para poder enmendar la Constitución, lo que finalmente forzó la celebración de nuevas elecciones en noviembre de ese mismo año.

En un campaña polarizada, y marcada por el Estado de Emergencia decretado tras el fallido golpe de julio, el presidente ha comparado a los partidarios del «no» con quienes apoyan al terrorismo y a los golpistas, y de trabajar junto a las potencias extranjeras que tratan de debilitar el país.

Bajo el Estado de Emergencia

«En toda Turquía la gente está votando en paz como hermanos y hermanas, están tomando su decisión», dijo hoy el primer ministro turco, Binali Yildirim, tras depositar su papeleta en su colegio electoral de la ciudad de Esmirna. «No importa cuál sea el resultado, la decisión que tome nuestra nación es la mejor», agregó.

«El referendo no es uno ordinario, es uno de los más importantes en nuestra historia», declaró Erdogan tras votar en Estambul.

El triunfo de la reforma, que se aplicaría a partir de 2019, abrirá el camino para que Erdogan pueda gobernar hasta el año 2029, o, incluso, hasta el 2034.