Trump llega al examen de los 100 días con la peor nota desde 1945

Desde que Donald Trump fue elegido candidato para representar al Partido Republicano en las presidenciales de EE. UU., los medios de comunicación llenaron las parrillas con las opiniones de analistas, expertos en protocolo e incluso profesionales del mundo de la psiquiatría que cuestionaban sus capacidades para liderar su país y el mundo desde el despacho oval. Decenas de disecciones psicológicas ligaron el apellido Trump con rasgos narcisistas, megalómanos, prepotentes, egoístas, intolerantes y hasta agresivos, pero a pesar de todo esa catarata de advertencias el magnate ganó las elecciones.

Casi 100 días después de su toma de posesión, las mismas encuestas que advirtieron una debacle republicana por la escasa empatía de su candidato continúan otorgando a Trump un magro nivel de aprobación, en el 40 %, que es la valoración más baja de un presidente estadounidense desde la Segunda Guerra Mundial. El sondeo, que publica The Wall Street Journal, revela en cambio que conserva el apoyo inquebrantable de sus bases, ya que el 96 % de los que le votaron aseguran que volverían a hacerlo.

Trump siempre ha tratado de reducir la relevancia de las encuestas, y especialmente ahora, cuando se aproxima la fecha del primer examen importante sobre su gestión. «No importa cuánto haya logrado durante ese ridículo estándar de los 100 días», soltó recientemente en Twitter. Pese a ello, sus actos demuestran que el republicano sí está intranquilo ante la fecha, que se cumple el sábado. En un esfuerzo por reafirmar su agenda propia, no solo anunció importantes novedades sobre la reforma fiscal para esta semana, sino que además protagonizará un mitin en Harrisburg el mismo día en el que llega a los cien días.

Es el 29 de abril y coincide, curiosamente, con la famosa cena de corresponsales de la Casa Blanca, un evento al que el presidente no acudirá y que ahora contraprograma con ese mitin en Pensilvania. El plantón a la prensa, anunciado el pasado febrero en pleno divorcio entre el cuarto poder y Trump, significa como mínimo que las espadas siguen en alto. El evento no trae buenos recuerdos al mandatario, y es que fue ahí donde, en el 2011, el entonces presidente Barack Obama lo ridiculizó con chistes y burlas comparando las decisiones que tenía que tomar él como líder político y las que tomaba Trump como presentador de un reality. Obama quería vengarse así del rumor que el empresario había difundido sobre su lugar de nacimiento. Según The New York Times, aquella noche de humillación pública para Trump, «en vez de ahuyentarlo, aceleró sus feroces esfuerzos para ganar estatura en el mundo de la política».

Corea del Norte, lista para hundir el portaviones «Carl Vinson» si se acerca a sus aguas

Corea del Norte advirtió que tiene la capacidad de hundir el portaviones estadounidense Carl Vinson en el momento en que se acerque a sus aguas. El buque de propulsión nuclear inició unos ejercicios navales con navíos nipones, antes de dirigirse a finales de esta semana a aguas próximas a la península de Corea, según confirmaron la Marina de guerra de EE. UU. y Japón, en el mar de Filipinas

Piongyang sigue desafiante y a la espera de acontecimientos. «Nuestras fuerzas revolucionarias están preparadas para combatir a un portaviones estadounidense con un solo ataque», publica el Rodong Sinmun, el órgano portavoz del Partido de los Trabajadores. La amenaza tiene lugar el mismo día en que se conoce la detención de un profesor estadounidense de origen norcoreano, el tercer ciudadano de esa nacionalidad en ser arrestado por Piongyang en los últimos tiempos.

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