La investigación del naufragio de Poio refuerza la hipótesis de un despiste

López Penide / marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

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La Guardia Civil tiene previsto tomar declaración a los dos supervivientes

28 abr 2017 . Actualizado a las 07:42 h.

Las primeras indagaciones de la Guardia Civil de Pontevedra han reforzado, aparentemente, la hipótesis de que un despiste del tripulante que llevaba el timón pudo ser la causa de que el Nuevo Marcos se hubiese hundido frente a la costa de Poio tras colisionar contra una batea. En el naufragio fallecieron tres marineros; lograron salvarse otros dos, hijos de dos de las víctimas mortales.

Distintas fuentes consultadas señalaron ayer que, antes de que se produjera el fatal accidente, desde otro pesquero les habían comentado a los del Nuevo Marcos que, en esa zona se había avistado un banco de peces de dimensiones importantes, por lo que no sería «descabellado» que tuvieran intención de tratar de confirmar esta circunstancia aprovechando que regresaban a Combarro desde Marín, donde habían llevado a cabo una descarga.

De este modo, «el golpe les tuvo que coger por sorpresa», remarcaron al respecto, lo que se unió a la potencia del impacto y al rápido hundimiento del cerquero. «Todo el mundo conoce su ubicación», incidieron con sorpresa aludiendo a la situación del polígono de bateas.

Los investigadores del instituto armado, adscritos a la unidad de policía judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra, esperan que los dos supervivientes del naufragio puedan arrojar algo de luz sobre lo ocurrido. En principio, todo parece indicar que su intención es tomarles declaración en los próximos días en el marco de unas diligencias que ya ha incoado el Juzgado de Instrucción Número 3 de Pontevedra. Desde el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia precisaron que, por el momento, no se ha remitido el atestado del accidente.

De igual modo, el propio pesquero puede ser una prueba que permita esclarecer las causas del siniestro. En este caso, está previsto que sea reflotado, toda vez que se encuentra a poca profundidad -algunas fuentes apuntaron a unos diez metros- y puede suponer un riesgo para la navegación por este punto de la ría. De hecho, el Gamba III rozó contra el Nuevo Marcos, lo que permitió la localización de este último ya bajo el mar durante la madrugada del jueves.

Reclaman que las bateas estén iluminadas para evitar choques

El polígono de bateas de Tambo, escenario de la tragedia marítima del Nuevo Marcos, cumple con la normativa en vigor, según explicaron fuentes de la Consellería do Mar. Estas plataformas forman parte de un polígono destinado al reparqueo, es decir, sirven para la reubicación temporal de cuerdas de mejillón en episodios de marea roja. El parque bateeiro de la isla cuenta con la autorización para esta actividad, que lleva prestando desde hace muchos años. La instalación de este polígono de bateas está recogida en una serie de normativas de distinto rango y cumple con todas ellas, precisaron desde el departamento autonómico.

Asimismo, la Consellería do Mar afirmó que no hay ninguna solicitud para que esta ubicación se modifique. De todos modos, si como consecuencia de este accidente o por otra razón, algún colectivo o Administración planteasen su retirada, Mar no lo hará de forma automática, sino que se estudiaría su viabilidad y repercusión.

Por su parte, la asociación Aetinape lamentó el suceso del Nuevo Marcos y reclamó que se estudie la señalización luminosa de las bateas, un informe que le correspondería a la Comisión de Accidentes e Incidentes Marítimos. Una de las propuestas de Aetinape pasa porque se valore implantar una medida preventiva como la señalización luminosa de cada batea, porque es obligatorio en otros artefactos flotantes, como plataformas petrolíferas, boyas y zonas de peligro.