La accidentada expansión de Uber en Europa

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Lucy Nicholson | REUTERS

Varios países de la Unión Europea han ido poniendo cada vez más trabas a este servicio de transporte

11 may 2017 . Actualizado a las 14:04 h.

La expansión de Uber en Europa ha estado plagada de obstáculos: varios países de la Unión Europea han ido poniendo cada vez más trabas e imponiendo nuevas normas a este servicio de transporte en el que se comparte conductor.

Según el abogado general del Tribunal de Justicia de la UE, los servicios de Uber entran en el sector del transporte y pueden ser regulados por las legislaciones nacionales correspondientes, lo que complicaría aún más la posición de la empresa en Europa.

Uber actualmente se encuentra disponible en 21 de los 28 países miembros. No obstante, los servicios que ofrece son muy limitados en algunos países.

A continuación, una selección de temas que Uber afronta en diferentes países:

España: Se puede utilizar Uber en Madrid, pero no en Barcelona, después de que una asociación de taxistas profesionales demandase a la empresa ante la corte europea

Italia: Uber actualmente opera en Roma y Milán. UberPop, que permite a los conductores recoger pasajeros empleando la aplicación de Uber, fue prohibida en 2015. En abril, una corte emitió una prohibición a nivel nacional para el resto de servicios de Uber, en los que emplea conductores profesionales. No obstante, la prohibición fue temporalmente suspendida en una corte de apelación hasta que los tribunales dicten sentencia.

Alemania: Los tribunales prohibieron en términos generales Uber en septiembre de 2014 debido a que consideraron que sus operaciones violan la legislación nacional sobre las empresas de transporte, que exigen conductores profesionales. No obstante, Uber ofrece servicios muy limitados como el uso de limusinas, así como una aplicación para reservar taxi.

Suecia y Finlandia: los conductores de Uber se enfrentan a problemas fiscales.

Hungría: El Parlamento aprobó en junio de 2016 una ley que condujo al cierre de Uber y otros servicios de conductor compartido que no eran compatibles con la normativa local del servicio de taxi.

Dinamarca: Uber cerró sus operaciones en abril alegando cambios en la regulación que haría que su app fuese inservible para los consumidores, inclusive la propuesta de usar los coches de propiedad privada para un viaje compartido.