Holanda retira el bebé a una pareja homosexual y lo devuelve a su madre biológica, al ser hija de su marido

Cristina Porteiro
cristina porteiro CORRESPONSAL / BRUSELAS

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La pareja gay acordó con la mujer que sería inseminada artificialmente por uno de ellos y que no mantedría relaciones sexuales con su marido hasta quedarse embarazada, pero no lo cumplió

23 may 2017 . Actualizado a las 07:31 h.

Stefano Franke y Arnout Janssen son una pareja gay de Twente, una pequeña región holandesa de 618.000 habitantes en la frontera con Alemania. Hace más de año y medio planearon ampliar la familia y tener un hijo. Para ello no escogieron la vía de la adopción, sino la de la gestación subrogada. Contactaron con una mujer que se ofreció sin reservas a llevar adelante el embarazo de su futuro bebé. El mismo que un Tribunal holandés acaba de arrebatarles. 

La niña nació sin problemas el pasado 8 de mayo, según DutchNews, pero contra todo pronóstico, fue devuelta a su madre. La razón detrás del fallo del juez es que el bebé no es hija ni de Franke ni de Janssen, sino del esposo de la madre biológica, el mismo que recurrió a la justicia para hacerse con la custodia de la niña a la que ahora quieren incorporar a su familia.

El problema arranca desde la concepción. La pareja holandesa acordó con la mujer que sería inseminada artificialmente por uno de ellos y que no mantendría relaciones sexuales con su marido hasta que no se quedase embarazada, una regla que no respetó.

Ella se defiende y asegura que en todas las relaciones utilizaron protección. Después de realizar una prueba de ADN se demostró que el padre del bebé era el biológico y se le concedió la custodia despertando la indignación de la pareja gay, que no solo denuncia la actitud desleal de la mujer sino el desamparo legal al que les ha sometido el Estado holandés, que no tiene reglas claras en torno a la gestación subrogada. Esa es la razón por la que no pudieron acordar por escrito los términos del embarazo y quién se responsabilizaría del cuidado de la recién nacida.

«Como padres gais, no tenemos derechos», denuncio Janssen estos días a la prensa nacional. «Todo depende de la voluntad de la madre y de la buena fe. Aparte de las pruebas que tenemos de Internet no tenemos nada en papel», se queja en las noticias publicadas. 

No hay herramienta legal

La pequeña se encuentra ahora con los padres biológicos y sus otros tres hermanos. La familia no tiene intención de llegar a ningún acuerdo con la pareja que se encuentra desesperada, «como en un funeral», recoge la prensa holandesa. Ambos son conscientes de que no tienen herramientas legales para seguir adelante con el caso. No disponen de papeles legales ni de una legislación a la que recurrir para recuperar a la que siguen considerando su hija: «Era y es nuestra, así lo sentimos nosotros. Ahora nuestra confianza está muy dañada», lamentan. 

El comité de bioética no está a favor de la gestación subrogada

El Comité de Bioética se encargó esta semana de abrir la caja de los truenos al posicionarse a favor de prohibir la gestación subrogada en España, una opinión que comparten muchos colectivos feministas. No solo propone poner coto a esta práctica en el país, sino que también sugiere la imposición de multas para aquellas compañías que se presten a gestionar el embarazo en países donde sí está permitido como Estados Unidos.

Las asociaciones a favor consideran un retroceso la postura del Comité e instan al Gobierno a dar facilidades legales a los padres que recurren a la gestación subrogada para evitar casos como el del bebé holandés.

El propio Parlamento Europeo instó el año pasado a los países europeos a no adoptar políticas contrarias. La polémica está lejos de despejarse. En Portugal, que la aprobó el año pasado, el Tribunal Constitucional la ha recurrido.