Casino de Asturias: siéntete James Bond por un día

LVA REDACCIÓN

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Casino de Gijón
Casino de Gijón

Las salas de Gijón y Oviedo harán pasar a los clientes una velada muy especial y divertida en sus más de 4.000 m2 de instalaciones

01 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Uno de los lugares de ocio más significativos y exclusivos de la región es el Casino de Asturias, con más de 4.000 m2 de salas únicas en Gijón y Oviedo y con expertos crupieres, donde sin duda podrás pasar una velada muy especial y divertida. La Ruleta, el Blackjack y el Póker, tanto en sus modalidades «Sin Descarte» como sus famosos torneos de Texas Hold’em, te proporcionarán una gama de juegos en los que las fuertes emociones están garantizadas. Nada más llegar, el imponente edificio del antiguo Cine Hernán Cortés de Gijón y su no menos impresionante escalinata de entrada envuelven al cliente en un ambiente diferente en el que el recuerdo de James Bond llegando al Casino en su flamante cochazo no pueden menos que sumergirte en un mundo de elegancia, cuidado en cada detalle.

Escaleras en el Casino de Gijón
Escaleras en el Casino de Gijón

Más allá de esa idea preconcebida de un Casino, una vez que entras en él ves rápidamente que los tiempos han cambiado, que ya no hace falta llegar en un Maserati impecable y vestido de gala donde te pidas un Martini mezclado, no agitado. Sino que hay un ambiente distendido y natural donde disfrutar de una magnífica copa o apostar unos cuantos euros dentro de un juego responsable. Una sala central en forma de gran cúpula recoge por debajo de ella a un público muy heterogéneo del que sorprende la cantidad de gente joven que se ve en las mesas de juego. El CICA y la mítica Sala Acapulco redondean las posibilidades del Casino de Gijón al alcance de todos los asturianos.

Una ruleta en el Casino de Gijón
Una ruleta en el Casino de Gijón

Se escucha en el ambiente del Casino la voz de una joven crupier diciendo el famoso «no va más» justo antes del golpeo de la bola en la ruleta, buscando inquieta su punto de parada y desencadenando gritos y algarabía o resignación y fastidio a partes iguales. Más recatados y concentrados parecen estar los jugadores de Blackjack buscando arrimarse al 21 todo lo posible.

Formando un gran grupo afín están los jugadores de Póker, en este caso de la modalidad Texas Hold’em que causa furor y no para de crecer. Se les identifica rápidamente porque dedican largas horas a su pasión, con sus manías y amuletos. Se produce una gran estampida cuando al descanso de cada torneo invaden las zonas de barras en busca de una cena regenerativa, de la que sorprende que no se piden un bocadillo precisamente sino casi siempre un buen plato de la carta del afamado restaurante del Casino («As de Picas») regado con un buen vino o cerveza. Hay también un numeroso grupo de clientes que prefiere vivir su pasión por el juego de un modo, digamos, más discreto y personal, jugando a la ruleta o las máquinas desde posiciones recogidas.

Entrada del Casino de Oviedo
Entrada del Casino de Oviedo

Oviedo también tiene Casino

Oviedo dispone también de una fantástica sala mucho más funcional con una distribución más a la americana, donde todas las posibilidades de ocio están en el mismo nivel y que no tiene nada que envidiar a Gijón, ni mucho menos. La elegancia de los colores ocres y cremas, la luminosidad y el impecable gusto en el diseño hacen de la sala de Oviedo un lugar fantástico para pasarse a tomar una copa de altura, y donde poder disfrutar del juego responsable de la misma manera.

Casino de Oviedo
Casino de Oviedo

Nos cuentan los habituales del Casino en Oviedo que les gusta mucho más «su sala» del Casino de Asturias que la de los vecinos a 28 kilómetros, y que en ella se sienten como en casa. Con un trato cercano y afable del personal del Casino, y un cóctel exquisito preparado con cariño -y cuidado, acompañado de unos canapés de nivel- pronto te hace sentirte tan bien que piensas que deberías haber ido antes.

Muchas veces hemos oído los tópicos de Casino por parte de personas que probablemente no han entrado ni una vez. Después de esta experiencia, les aseguro que son totalmente infundados y que una visita vale más que mil suposiciones.