La presidenta de la Comunidad de Madrid llega a la comisión de investigación sobre corrupción política tras un «paseíllo» de apoyo y aplausos de su equipo más cercano
02 jun 2017 . Actualizado a las 20:57 h.La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, llegó a la sala José Prat de la Asamblea de Madrid arropada por más de una treintena de miembros de su equipo y personas más cercanas. Le realizaron un paseíllo de aplausos a ambos lados del pasaje que une el edificio de grupos con el edificio institucional del Parlamento regional, pasillo que la política popular recorrió sonriente y acompañada de su número dos, Ángel Garrido. Entre una nube de periodistas, entró al edificio institucional, a la sala donde comparece en la comisión de investigación sobre corrupción política, y allí explicó su papel en la adjudicacion de dos contratos de la cafetería de la Asamblea a una empresa de Arturo Fernández.
Aseguró la presidenta regional que ella no pidió que nadie viniera a arroparla, aunque le resultó «agradable» el apoyo recibido «de diputados y personas próximas», a los que agradeció, aprovechando el momento, «las muestras de cariño». «No considero que sea circo que venga personas a apoyarme, me parece un circo más otras cosas», dijo minutos antes de acceder a la comisión a los medios. Asimismo, señaló que estaba deseando dar explicaciones y «demostrar que esos contratos fueron legales y que su actuación ha sido siempre actuando conforme a la legalidad y de forma correcta».
«Hemos pedido la comparecencia de once personas, políticas y técnicos para explicar de qué manera se ha llevado a cabo todo el procedimiento. Pero ha ocurrido algo atípico en una comisión. Lo normal es que se estudia antes la documentación, comparecen los técnicos y luego los políticos. Y ahora ha sido al contrario. Lo que querían es que yo compareciera en solitario y en exclusiva. No hay interés en conocer la verdad, solo un linchamiento político en un terreno que quieren embarrar», consideró.
La dirigente regional cree que la oposición ha pretendido con su citación que se la relacionara con la corrupción cuando ella «lo que ha hecho siempre ha sido combatir corrupción y la tolerancia cero contra la corrupción». «Vengo tranquilísima. El proceso fue transparente, cristalino, con informes favorables y jurídicos de los técnicos, con decisiones tomadas por unanimidad de todos los órganos y grupos partidos. Tanto el juez como el fiscal ha desechado el informe policial. Es sorprendente el valor que le está dando Ciudadanos y Podemos de informe policial y convertirlo en algo probatorio y crear un juicio paralelo», apuntó.
Así, negó rotundamente Cifuentes haber influido en el informe que recomendaba adjudicar la cafetería de la Asamblea de Madrid a Arturo Fernández y haber modificado -ni siquiera redactado- el pliego del contrato, y ha asegurado que fue el criterio de los técnicos el que decidió las adjudicaciones. «Cometí el pecado de no valorar, valoró el técnico», reconoció en la comisión.
Los informes de la Guardia Civil
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil apreció en dos informes, en relación con la adjudicación de esos contratos enmarcados en la investigación del caso Púnica, indicios de cohecho y prevaricación en el papel de Cifuentes en esas contrataciones. Sin embargo, tanto el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco y como la Fiscalía Anticorrupción no ven pruebas de que la presidenta de la comunidad participara en la financiación ilegal del PP con esta actuación, de modo que no han procedido en su contra.
Cifuentes considera que «discrepar de algunas valoraciones de un informe» de la Guardia Civil «no significa ni mucho menos denostar o criticar» a ese cuerpo. Sostuvo este viernes que siempre ha defendido a la Guardia Civil y siempre la defenderá: «No necesito ni probarlo. Esto que llevo es la insignia de la Guardia Civil, que me dieron como madrina de la Primera Zona, que llevo en muchas ocasiones y con mucho orgullo». No obstante, la presidenta autonómica aseveró que los informes de la UCO sobre los contratos de la cafetería de la Asamblea tienen «incorrecciones» y «juicios de valor».