El asturmexicano Antonio del Valle pierde más de 550 millones con la caída del Popular

Luis Fernández
Luis Fernández REDACCIÓN

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Antonio del Valle
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La familia del empresario controlaba el 4,25% de la entidad. Los 300.000 accionistas del banco perderán el 100% de su inversión tras la compra por parte del Santander

07 jun 2017 . Actualizado a las 18:58 h.

Los accionistas del Banco Popular perderán el 100% de su inversión en las acciones de la entidad tras la compra de todo el capital por parte del Banco Santander. La operación supondrá la pérdida de parte de sus ahorros a casi 300.000 inversores, y uno de los más afectados será el empresario asturmexicano Antonio del Valle, cuya familia tenía una participación en el banco de más de 550 millones. 

Del Valle encabezaba un grupo de inversores que invirtió 450 millones para controlar el 6% de la entidad en el año 2013. Además reforzaron su posición en la ampliación de capital del año pasado. La familia del asturmexicano controlaba un 4,28% del banco y la compra por parte del Santander supondrá una pérdidas de más 550 millones. A finales del año pasado, Del Valle tuvo un papel protagonista dentro de la crisis del banco. Cansado de la caída en bolsa de la entidad, el empresario decidió tomar cartas en el asunto y liderar un frente que acabó con la destitución de Ángel Ron. Su sustituto fue Emilio Saracho. A pesar de esa medida, la situación se ha seguido agravando desde entonces y, en solo cuatro días, el banco perdió más de la mitad de su valor en bolsa.

Los negocios de Del Valle

Antonio del Valle desciende de una familia de emigrantes asturianos, de Cangas de Onís, afincados en México desde principios del siglo XX. Nacido en 1938 y padre de 5 hijos, su fortuna supera los 4.000 millones de euros y es una de las diez personas más ricas de su país. Comenzó a trabajar con 15 años en una empresa textil de la familia llamada El Asturiano, aunque el primer negocio que emprendió fue en 1974 en el sector bancario junto a un grupo de socios, pero la empresa fue nacionalizada en la década de los 80 por el Gobierno mexicano. Con esa indemnización compró en 1984 la química Penwalt y continuó impulsando negocios financieros. Creó el banco BX+, que posteriormente sería la entidad con la que conseguiría entrar en el Popular. Intentó aliarse con Pemex para impulsar negocios conjuntos, aunque finalmente las conversaciones no fructificaron. En 2013 se alió con Carlos Slim en la cementera Elementia, que junto al Grupo Kaluz (que controla Mexichem), líder mundial en la industria química y petroquímica, son sus principales negocios.

A finales de 2013 decidió dar el salto a España con su entrada en el accionariado del Banco Popular. Junto a un grupo de inversores mexicanos desembolsó 450 millones para hacerse con el 6% de las participaciones del banco. Su familia controlaba el 4,25% del banco.

Oceanwood

La compra por parte del Santander también tendrá consecuencias para el fondo británico de inversión Oceanwood, que controla el 10,6% del capital de Liberbank. El fondo tenía posiciones cortas en el Popular, es decir, manejaba acciones de terceros aunque no las tenía en su cartera. Una vez «alquiladas», esas acciones se venden con la expectativa de que baje su valor. Si llegan a caer, el fondo las vuelve a comprar por esa cantidad y la ganancia es la diferencia entre el precio inicial de venta y el posterior de compra. Con esta jugada, Oceanwood ya recogió beneficios en el Popular, ya que llegó a tener el 1,12% y redujo su inversión hasta el 0,9% del capital. Con la compra por parte del Banco Santander, el fondo también pierde, aunque una cantidad difícil de cuantificar.