Las FARC avanzan en su adiós a las armas con la entrega del 30 % de ellas

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JAIME SALDARRIAGA | REUTERS

Los guerrilleros han entregado hasta el momento unas 2.100 armas, de las cuales 1.000 ya habían sido recibidas por la ONU semanas atrás

08 jun 2017 . Actualizado a las 07:53 h.

La guerrilla de las FARC avanzó hoy en su adiós a las armas al concluir la entrega a la Misión de la ONU del 30 % de ellas, según confirmó su máximo líder, Rodrigo Londoño, alias «Timochenko», que encabezó un acto simbólico.

En total, la Misión de la ONU, que debe recibir estas armas, había registrado cerca de 7.000 armas que portaban los guerrilleros cuando entraron en las 26 zonas veredales transitorias de normalización (ZVTN) en las que deben hacer el proceso de desmovilización.

Por tanto, hasta el momento los guerrilleros han entregado unas 2.100 armas, de las cuales 1.000 ya habían sido recibidas por la ONU semanas atrás.

Ese primer millar eran de guerrilleros que realizan labores relacionadas con la implementación del acuerdo de paz, muchos de los cuales forman parte del Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MM&V) del alto el fuego.

En esa entidad hay miembros de las FARC, de la fuerza pública y observadores de la ONU, pero sólo la Misión de las Naciones Unidas está presente en la recepción de las armas.

El acto de entrega que presidió «Timochenko» tuvo lugar en la ZVTN de Caño Indio, en el municipio de Tibú, departamento Norte de Santander (noreste), al que llegó el líder guerrillero el pasado 27 de mayo.

Allí, el líder de las FARC dijo que en una reunión que mantuvieron las partes hace dos días se determinó que la dejación de armas se haría en tres pasos.

Este miércoles debía concluir la entrega del 30 %, el 14 de junio otro 30 % y el 20 de junio el restante 40 %. «Pues bien, el día de hoy, en todas las zonas veredales y puntos transitorios de normalización, todas las FARC estamos cumpliendo con nuestra palabra», afirmó.

En este sentido, explicó que habían pensado hacer un acto solemne con el Gobierno en Caño Indio al que iba a acudir el presidente Juan Manuel Santos, «como clara demostración ante el mundo de los avances irreversibles de los acuerdos (de paz) de La Habana». Sin embargo, excusó a Santos de quien dijo que sus «ocupaciones impidieron su presencia».

El 30 % de nuestro armamento ha sido puesto en manos de la Misión ONU Colombia. Las FARC estamos cumpliendo con nuestra palabra«, insistió.

Tras ese acto, tomó la palabra uno de los observadores de la ONU presente en la ZVTN, el coronel guatemalteco Lev Ladislao López.

El oficial expresó su agradecimiento a las FARC «por asumir el compromiso que un día fue acordado y permitir poder iniciar el proceso y la transición a la legalidad y haber confiado en la ONU». Dijo también que el compromiso de esa organización es garantizar lo que se acordó en La Habana y llevarlo a donde fue asignado. «Vamos a iniciar este primer paso para poder reconocer y dar a conocer al mundo que el compromiso está dado y está iniciando el día de hoy», agregó la ONU.

La entrega de las armas antes del 20 de junio se corresponde con una renegociación que atrasó el día originalmente fijado, el 29 de mayo. Esa fecha no pudo cumplirse debido a diferentes retrasos, entre otros elementos, en la adecuación de las ZVTN.

Tras el anuncio de las FARC, la oficina del Alto Comisionado para la Paz escribió en su Twitter que ya comenzó el tránsito a la legalidad de las FARC en las zonas. Además, detalló que un delegado del Alto Comisionado para la Paz les entregó una acreditación y les dieron la bienvenida a la vida civil.

En las fotos facilitadas por esa oficina puede observarse a guerrilleros que ya han entregado las armas firmando un acta de compromiso en el que aceptan que dejan la vida guerrillera y que les permite hacer el tránsito a la legalidad.

Además de esas armas personales de los guerrilleros, todavía queda pendiente que la Misión de la ONU acceda a los escondites donde las FARC guardan el material explosivo inestable.

Se estima que hay unos 900 escondites, todos ellos ubicados en lugares de difícil acceso y con explosivos trampas a su alrededor, lo que dificulta notablemente llegar hasta ellas.

Además, los milicianos de las FARC (redes de apoyo que no portan uniforme y que dan sustento a los guerrilleros) deben realizar un proceso similar de desarme. Aunque todavía no hay un número claro, se estima que pueden ser unos 2.800 integrantes.