El PSOE se abstendrá y se presentará como la izquierda útil

E. C. MADRID / LA VOZ

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Kai Forsterling | EFE

Los socialistas están convencidos de que la iniciativa no pretende derribar a Rajoy, sino que su objetivo real es erosionar a su formación

13 jun 2017 . Actualizado a las 08:49 h.

Cuando Pablo Iglesias anunció la moción de censura, el PSOE estaba inmerso en unas primarias fratricidas, una situación extrema que le impedía pronunciarse. El líder de Podemos contaba con una victoria de Susana Díaz, que habría hecho creíble y eficaz el mantra de la «triple alianza» (PP, PSOE, Ciudadanos), cimentado en la abstención socialista que permitió la investidura de Mariano Rajoy. Sus cálculos se vieron frustrados por la contundente victoria de Pedro Sánchez, que hace prácticamente inviable ese discurso. 

Los socialistas están convencidos de que la iniciativa no pretende derribar a Rajoy, porque es imposible con los números en la mano, sino que su objetivo real es erosionar al PSOE. Lo que se dirime es la hegemonía de la izquierda, sobre todo ahora que Sánchez está dispuesto a que su partido gire políticamente en ese sentido. Consideran que el hecho de que Iglesias no haya negociado absolutamente nada con ellos indica cuáles son sus intenciones. Y le reprochan que cuando pudo mandar a Rajoy a casa, en la investidura frustrada de Sánchez en marzo, uniera sus votos con el PP para votar no. Se preguntan por qué ahora consideran una emergencia echarlo y entonces no lo hicieron, cuando los grandes casos de corrupción eran ya conocidos. 

Solo Ciscar levanta la voz

Los socialistas han optado por la abstención. El grupo parlamentario asumió ayer la decisión personal de Sánchez. Solo Cipriá Ciscar aprovechó para justificar que esa fuera también la posición en la investidura de Rajoy. El PSOE considera que hay motivos de sobra para censurar a Rajoy, pero no está de acuerdo con la moción de Iglesias ni creen que este sea presidenciable. El objetivo de los socialistas es presentarse como la izquierda útil, la única capaz de ser una alternativa real a la derecha y que no solo se indigna, como Podemos. Así lo explicó ayer José Luis Ábalos, que debutará como portavoz, eso sí provisional, en un debate de gran envergadura. Sánchez, que no es diputado, no estará presente en el hemiciclo y seguirá el debate desde Ferraz. El que será secretario de organización del PSOE avanzó que no será muy duro con Podemos, a quienes sí instará a que dejen de obsesionarse con el PSOE. «Si alguien quiere seguir peleándose con los que deben ser compañeros de viaje, me parece un grave error», advirtió.