Más de 70 empresas asturianas se «venden» ante 60 inversores nacionales para captar entre 100.000 y tres millones de euros
16 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.En una ronda de «speed dating» los asistentes tienen tres minutos para saber si les interesa tener una relación con el que está al otro lado de la mesa. Prácticamente el mismo tiempo han tenido este jueves más de 70 empresas asturianas que se han dado cita en Avilés a la búsqueda de inversores para desarrollar proyectos profesionales y, también, para aunar sinergias en sectores de lo más diversos. El Asturias Investor’s Day ha unido a campos tales como las tecnologías de la información, la optimización energética, la ropa deportiva o la industria y necesidades que iban desde conseguir 100.000 euros hasta los tres millones de euros. Poco más de tres minutos era el tiempo que las empresas tenían para «venderse» y plantear en qué consiste su producto, sus aspiraciones y qué necesitan. La diferencia es que en el caso de una cita rápida para conocer a gente se suele ir sin saber nada de a quién te vas a encontrar al otro lado de la mesa, en el caso del Investor’s Day tanto unos como otros se habían documentado para saber cómo podía ser la relación. Llevaban los deberes hechos.
De este modo, en apenas unas horas, la mayoría de las empresas hicieron en torno a la decena de contactos y se quedaron con la sensación de que tienen posibilidades de que la relación puede llegar a buen puerto en los próximos meses. En caso de que se trate de inversores individuales, la cosa va rápida y en apenas unas semanas pueden cerrar las negociaciones. En caso de entidades mayores, las conversaciones pueden prolongarse hasta seis y nueve meses. De cualquier manera los asistentes se fueron con la satisfacción de haber conocido a gente interesante y con las que tienen posibilidades de futuro. Quien asiste a este tipo de encuentros suele repetir y destacan los buenos proyectos que tienen entre manos las empresas asturianas.
Crear realidad aumentada sin tener conocimiento
En el Asturias Investor’s Day hubo tiempo para conferencias y para elegir a la mejor start up asturiana, premio que ha recaído, por segundo año consecutivo, en Neosentec, afincada en Llanera. En esta ocasión presentaban el proyecto Onirix, que consiste en que «cualquier empresa pueda crear contenidos de realidad aumentada sin tener conocimiento de ello», explica Pedro Saez, uno de los socios de la firma. Su empresa se puso en marcha en 2014 y desde entonces empezaron a aplicar Onirix internamente y para trabajos que realizaban para grandes empresas como Thyssen o TSK, pero ahora creen que ha llegado el momento de lanzarlo para que otras firmas puedan aprovecharlo.
Su idea es hacerlo mediante una plataforma de open source (código abierto) y para ello necesitan medio millón de euros. «Es para seguir desarrollándolo y crear la comunidad», explica Carlos González, el otro socio. Se fueron del encuentro con buen sabor de boca, no sólo por los contactos que hicieron, «que vimos que están interesados», sino también porque presentar a otros su proyectos les ha permitido «validar la idea, vemos que tiene atractivo y nos quedamos con esa buena impresión», añade González.
Tecnología para la flora intestinal
Microviable Therapeutics es una empresa asturiana, constituida hace un año en Gijón, que desarrolla tecnología que permite trasladar la flora intestinal, lo que tiene aplicación en diversas enfermedades, desde intestinales a dermatológicas, y que desarrolla planes tanto a corto como medio plazo. Lo más inmediato es su aplicación en el mundo sanitario y para culminar ese lanzamiento esperaban encontrar una inversión en Avilés de en torno a 70.000 euros. A largo plazo tienen planes farmacéuticos, que sus avances permitan crear medicinas para tratar esas enfermedades o al menos un compuesto que una farmacéutica mayor pueda desarrollar hasta alcanzar la deseada medicina. Para eso necesitarían tres millones de euros, según explica su gerente, Rafael Martínez.
Apunta que hasta llegar aquí han realizado «un gran trabajo interno» y que llegar a desarrollar un medicamento puede costar mil millones de euros. A pesar de estas elevadas cifras es un negocio en que los inversores tienen interés. «Hay mucho interés porque es algo que se vende a todo el mundo, todos tenemos enfermedades, no entienden de sexo, de raza, ni de religión», añade.
Ropa técnica molona
Entre biotecnología y empresas informáticas en el Asturias Investor’s Day también hubo espacio para la ropa, en concreto la ropa técnica molona para hacer deporte. Así es como explica Tiago Lemos lo que vende Hoopoe. «La gente en su día a día viste como quiere, de una u otra tienda, pero cuando hace deporte van todos de fosforito», explica este portugués afincado en Gijón que montó la empresa hace un año. Comenzó con varias camisetas con diseños actuales y ahora trabaja en calcetines a juego con ellas. En su caso ya vende en tiendas, en ferias, en su página web… pero lo que percibe es la necesidad de comunicar más y para eso necesita dinero.
«No puedo fichar a Cristiano Ronaldo, pero algo tengo que poder hacer», explica y apunta que habló con 15 potenciales inversores. «Tenemos un producto fácil de entender y nuestro nicho de mercado es el runner del selfie, de esos hay montones. Necesitamos un empujón», apunta. Eso se traduce en unos 100.000 euros para poder desarrollar campañas de márketing, colaborar con influencers y demás acciones que hagan visible a su ropa.
El puente entre empresas e inversores
Al otro lado de las empresas asturianas había inversores y, en algunos casos, intermediarios entre las firmas y la fuente de financiación. Es el caso de Ricardo Llavola, de Biocrew, un grupo de profesionales que seleccionan proyectos interesantes, ven la posible tracción y les ofrecen una solución en forma de inversión. Se centran en productos biotecnológicos, «ciencias de la vida con alto componente tecnológico», un mercado que, según apunta, en Asturias está trabajando muy bien.
«Falta que el sector se involucre más, no desde el punto de vista financiero, sino estratégico», asegura Llavola. Su empresa acude a este tipo de encuentros, tanto dentro como fuera de Asturias, y de Avilés se fue con seis contactos con los que ve «posibilidad de empezar a trabajar».