Ada Colau facilitará votaciones el 1-O «sea lo que sea, una movilización o un referendo»

Efe BARCELONA

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CESAR QUIAN

La alcaldesa de Barcelona ha dudado de que si finalmente se produce la votación «sea un referendo efectivo»

11 jul 2017 . Actualizado a las 14:09 h.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha afirmado hoy que el Ayuntamiento facilitará el desarrollo del referendo que el Govern quiere celebrar el 1 de octubre, «sea lo que sea, una movilización o un referendo», aunque ha dudado de que si finalmente se produce la votación «sea un referendo efectivo».

Después de que Catalunya en Comú, que aglutina a formaciones de izquierda conocidas como los 'comunes', decidiera que apoyará la convocatoria del 1-O como una movilización legítima de respuesta al «inmovilismo» del PP, pero no la considerará un «referendo vinculante» sobre la independencia, la posición de esa formación y en particular de Colau ha centrado el debate político catalán. Ha sido en el marco de la presentación del Observatorio Metropolitano de la Vivienda de Barcelona cuando la alcaldesa ha apuntado que «evidentemente si hay una movilización, en Barcelona habrá todas las facilidades para que esta movilización se produzca con el máximo éxito posible, como se hizo en las Diadas o en el 9N».

Así, ha pedido no dudar de que en Barcelona, «ciudad comprometida con el derecho a decidir», se darán «evidentemente todas las facilidades para participar en lo que sea, sea una movilización para el derecho a decidir o si se consigue hacer un referendo efectivo; evidentemente que Barcelona estará con todas las garantías». Y aunque ha recordado que «no hay convocatoria y no sabemos ni siquiera si habrá urnas o no», ha recalcado que su «predisposición a participar es clarísima», preguntada sobre si ella votará en el 1-O.

La dirigente de Barcelona en Comú y Catalunya en Comú ha recordado que estos partidos son «espacios soberanistas que consideran que es necesario un referendo efectivo para decidir la relación de Cataluña con el Estado» y dan «pleno apoyo al 1-O, aunque sea una movilización y no un referendo efectivo». «Hay dudas razonables, que han expresado incluso miembros del propio gobierno catalán, de que la propuesta del Govern para el 1 de octubre sea un referendo efectivo», ha insistido.

Horas antes, en Rac1, el coordinador general de Catalunya en Comú, Xavier Domènech, ha asegurado que los comunes siempre «han defendido y defenderán» celebrar un referendo de independencia y que sus «ganas de votar en un referendo» son evidentes, pero ha recalcado que no considera el 1-O como un proceso vinculante. Pero las críticas que ya arreciaron en los últimos días contra Catalunya en Comú desde todos los sectores políticos han proseguido hoy, también contra Colau. Así, el PDeCAT ha considerado que Colau facilitará el 1-O «por arrastre, no por convicción», ya que los comunes siguen «confusos» y, además, dan prioridad a «desgastar al Govern», ha lamentado el diputado en el Congreso Jordi Xuclà.

Por su parte, el portavoz de ERC, Sergi Sabrià, ha advertido a los comunes de que su posición sobre el referendo condicionará los pactos de gobierno actuales y futuros en todas las instituciones, pero se ha mostrado convencido de que los votantes de Catalunya En Comú acudirán a votar el 1-O.

Como también el portavoz de Demòcrates de Catalunya (DC), Antoni Castellà (exUDC), ha opinado que la posición «de ambigüedad absoluta» de Catalunya En Comú podría obedecer a una decisión de una «cúpula» que piensa en clave de política estatal, por lo que ha pedido que convoquen una consulta interna de sus militantes.

Pero desde el otro lado del espectro político también se ha cargado contra Colau, como es el caso de la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, quien ha dicho que no ve «sorpresa ninguna» en las palabras de la alcaldesa, al recordar que la ha visto encabezando manifestaciones independentistas.

El líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, ha señalado asimismo que si Colau «apoya el 1-O, estará incurriendo en responsabilidad como Puigdemont y la Generalitat al colaborar en la organización de un referendo ilegal».

Y el PSC, en voz de su secretario de Organización, Salvador Illa, ha exigido a Catalunya en Comú que sea «claro» sobre el referendo, ya que «los ciudadanos merecen saber si están a favor o en contra de la independencia o qué planteamiento se tiene si se vulnera la ley». 

Quien en caso de celebrarse ese referendo unilateral sí acudirá a votar es el secretario general de Podem Catalunya, Albano Dante Fachin, quien ha reconocido que «muy probablemente» él optaría por el 'no' a la secesión, porque su formación no es independentista.

Pero desde Madrid, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, ha asegurado que en un asunto de «alto voltaje», como el referendo del 1 de octubre y ante la pluralidad de opiniones y las diferencias entre la dirección estatal y autonómica, sería conveniente que Podem Catalunya consultara a sus bases.

Mientras, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha dejado claro que «la fuerza de las leyes no necesita una sobreactuación ni una sobrerreacción» del Gobierno, en relación a la posibilidad de recurrir al artículo 155 para evitar un referendo que, para el ministro de Justicia, Rafael Catalá, no se producirá y, además, el Gobierno garantizará los derechos de «todos» los catalanes.

Y la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, ha asegurado que antes del 1 de octubre los socialistas pondrán en marcha las iniciativas legislativas para una solución política en Cataluña, que el próximo viernes se acordarán con el PSC en una reunión de ambas ejecutivas en la sede de los socialistas catalanes en Barcelona.