Hasta 5.000 euros en pérdidas por la huelga de examinadores de Tráfico

Natasha Martín REDACCIÓN

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Julio Gallego, propietario y profesor de autoescuela, culpa a la DGT por no proponer soluciones efectivas para «una lucha que va a ir a más»: «Son unos caraduras»

31 jul 2017 . Actualizado a las 00:31 h.

En 2015 los examinadores de tráfico decidieron que era hora de dignificar su trabajo solicitando a la DGT una serie de condiciones: que los resultados de los exámenes no se dieran en el acto (para evitar las posibles reacciones adversas de los examinados), un aumento de sueldo, y que salieran más plazas de examinadores para agilizar las fechas de los exámenes. El Gobierno de entonces (el mismo que el de ahora, el del Partido Popular), dijo aceptar sus peticiones pero, al final, solo se hizo efectiva la relativa a los resultados de las pruebas. Tras dos años de espera, el colectivo de examinadores de Tráfico reacciona y, desde el 12 de junio, están en huelga con el objetivo de ver cumplidas sus exigencias. Julio Gallego, profesor y propietario de la Autoescuela Tomás, de Gijón, tiene claro lo que está sucediendo en este conflicto cada vez más profundo. «Se sabe que hay dinero en la DGT», sostiene Gallego, defendiendo la postura de los examinadores en su intento de mejorar sus condiciones laborales, «así lo comentó en mayo Gregorio Serrano, el presidente de la Dirección General de Tráfico, y de repente ese dinero ya no se va a usar para eso». Gallego considera que los examinadores están ejerciendo su derecho a huelga y que «la papeleta se ha de solucionar desde la DGT».

Como consecuencia de la huelga, solo se realizan exámenes prácticos los jueves y los viernes. Ante esta situación, Gallego ha pasado de dar diez clases diarias a rozar las dos, lo que le ha supuesto unas pérdidas de más de 5.000 euros: «Si no se pueden examinar los alumnos dejan de dar prácticas, pero no es solo eso, también hay que pagar al resto de profesores y personal de la autoescuela, a pesar de las dificultades».

«La DGT no está perdiendo dinero»

La huelga de examinadores solo afecta a los exámenes prácticos. Los teóricos, al no requerir de personal cualificado para su consecución,  se siguen manteniendo. Esto es algo que, según Gallego «beneficia a la DGT porque no está perdiendo dinero. Nosotros lo estamos pasando bastante mal y les da exactamente igual la situación; es una lucha que va a ir a más». Durante el mes de agosto la huelga se parará pero, si después de ese mes no se encuentra una solución, el colectivo convocará para el cuatro de septiembre una huelga indefinida. «Es un caos», comenta, «y nadie se está dando cuenta del perjuicio que supone para las autoescuelas».  

Para Gallego, las dificultades que esta realidad abre al ciudadano podrán ser solventadas en el futuro ya que, tarde o temprano, se acabarán examinando; sin embargo, para las autoescuelas, como negocio, las promesas de futuro no bastan: «Yo no puedo vivir del futuro, he de vivir en el día a día porque como me frenes ahora no podré pagar y tendré que cerrar».

El propietario de Autoescuela Tomás no quiere entrar a valorar la parte de culpa de los examinadores, pero lo que sí que valora es que «la DGT no está haciendo absolutamente nada para solventar el problema. Son unos caraduras». Asimismo, califica de despropósito que desde la presidencia se comente que «no nos quejemos tanto o que las autoescuelas no estamos perdiendo lo que decimos», a lo que añade que, «están un poco fuera de la realidad, hay compañeros que lo están pasando realmente mal y no se está contando lo que en verdad está ocurriendo». 

Agosto no podrá absorber las demoras  

Aunque durante el mes de agosto la huelga tendrá una pausa, en el caso particular de Gijón, «hay seis examinadores, de los cuales tres están de baja. Desde principio de año los activos han tenido que dar las fechas de sus vacaciones, por lo que habrá semanas de agosto en las que se coincidirá con los tres y otras que no, por lo que no se va a aligerar nada», comenta.

Desde el inicio de la huelga, de los 80 alumnos que Gallego presentó a examen solo pudieron realizar la prueba trece. Para el mes de agosto tiene a doce personas en lista de espera; si bien, estima que, de los tres días que tienen fijados para las pruebas, teniendo en cuenta al resto de autoescuelas, «como mucho cogerán a dos de mi lista».

Y ¿quién pierde qué con todo esto?, «los examinadores porque mientras estén en huelga no cobran, las autoescuelas porque no facturamos y el cliente por su tiempo», sostiene Gallego, cuando la solución podría darse al momento «si la DGT quisiera actuar».