La Unión Europea insta a Alemania a investigar a Volkswagen por el uso de fondos europeos

AGENCIAS

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PHILIPP VON DITFURTH | AFP

El Banco Europeo de inversiones sospecha de un préstamo de 400 millones de euros que pudo utilizarse para el desarrollo de los motores trucados

01 ago 2017 . Actualizado a las 19:39 h.

El Banco Europeo de Inversiones (BEI) sospecha que un préstamo de 400 millones de euros acordado al constructor de automóviles alemán Volkswagen pudo utilizarse para desarrollar la controvertida tecnología en el centro del escándalo de los motores trucados, indicó este martes su presidente. «Todavía no podemos descartar que uno de nuestros préstamos, el crédito de 400 millones de euros titulado Volkswagen Antrieb RDI, esté vinculado a la tecnología de control de emisiones de gases contaminantes desarrollada», declaró el presidente del BEI Werner Hoyer, citado en un comunicado.

La institución financiera con sede en Luxemburgo confirmó haber recibido las conclusiones de una investigación del organismo comunitario de lucha contra el fraude, OLAF, lanzada tras el estallido del escándalo conocido como «Dieselgate» en septiembre de 2015. Volkswagen había reconocido entonces que 11 millones de vehículos diésel en el mundo estaban equipados de un dispositivo que permitía hacerlos pasar, en los controles de homologación, por coches menos contaminantes.

La OLAF concluyó su investigación en el mes de julio y transmitió los resultados a la fiscalía de Brunswick (centro de Alemania) y al BEI, precisó a la AFP una portavoz de la oficina antifraude. Este organismo comunitario, que no tiene el poder de aplicar sanciones, envió una «recomendación administrativa» al BEI con el objetivo de «tomar medidas activas en la aplicación de su política antifraude».

La investigación de la OLAF se centraba en «el posible abuso en el uso de fondos de la UE y del Banco Europeo de Inversiones por el grupo Volkswagen, que podía estar vinculada a la producción de motores o de dispositivos implicados en la manipulación de los niveles reales de emisiones de gases de vehículos». El BEI agregó, por su parte, que mantenía contactos con la OLAF «para comprender completamente» sus conclusiones y las pruebas. «Ahora vamos a examinar las conclusiones» y «estudiar cualquier acción disponible y apropiada», indicó Hoyer.

La fiscalía de Brunswick confirmó, por su parte, la recepción de los documentos de la oficina antifraude, que todavía deben traducirse al alemán. Un portavoz indicó a la AFP que «abrirán una investigación» si se confirma «la existencia de primeros elementos de sospecha sobre hechos delictivos» y si son la «autoridad competente».