Lo que se sabe hasta ahora de la muerte de Lucía Vivar

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Las dudas sobre la muerte de la pequeña han sobrevolado el caso desde que se encontró su cuerpo en las vías del tren

02 ago 2017 . Actualizado a las 19:24 h.

Las dudas sobre la muerte de la niña Lucía Vivar han sobrevolado la investigación desde que se encontró su cadáver el pasado jueves en las vías del tren de la localidad malagueña de Álora. Los investigadores de la Guardia Civil mantienen su hipótesis inicial, la de que la pequeña, de tres años, murió accidentalmente de un fuerte golpe en la cabeza tras andar toda la noche sola cerca de las vías. Los vecinos de la zona, sin embargo, no cesan en sus dudas. Sostienen que es «imposible» que la niña llegara por sí misma hasta donde apareció el cuerpo.

Esto es lo que se sabe hasta el momento:

Desaparecida en la noche del miércoles

La niña desapareció sobre las 23.20 horas del pasado miércoles 27 de julio mientras jugaba con sus primos en el bar La Estación de la localidad malagueña de Pizarra, el lugar donde estaba cenando la familia. La última vez que la vieron fue cerca de una de las dos puertas de este antiguo apeadero de tren que daba a las vías. Tras darse cuenta de su desaparición y dar la voz de alarma, todo el pueblo se volcó para localizarla, con batidas en las que participaron más de 600 personas. Su chupete se localizó por la noche en un lugar situado a tres kilómetros.

Casi ocho horas después de su desaparición, a las 06.51 del pasado jueves, un maquinista de Renfe encontró el cadáver. El cuerpo estaba a unos tres kilómetros de distancia de donde había sido vista por última vez la pequeña. Se encontró en el punto kilométrico 158,5 de esa línea férrea, en el territorio de la vecina localidad de Álora.

La principal hipótesis de la Guardia Civil

Horas más tarde del terrible hallazgo, tras la inspección ocular del lugar y de haber recabado los primeros indicios, trascendía la hipótesis que cobraba más fuerza entre los investigadores de la Guardia Civil que se han hecho cargo del caso, que apunta a que la menor se despistó mientras jugaba, siguió la vía del tren desorientada a lo largo de tres kilómetros hasta que se cansó y se acurrucó en la vía. La pequeña podría haber sido golpeada por un tren.

La compleja autopsia que se le practicó al cadáver, que duró más de seis horas y en la que participaron hasta cinco forenses del Instituto de Medicina Legal de Málaga, reveló que la niña había fallecido por el traumatismo craneal y que su cuerpo no presentaba otras lesiones, aunque sí restos de grasa. Estos resultados serían compatibles con la hipótesis de la muerte accidental por el golpe del tren. Además, en la vereda que une la carretera con las vías del tren en el punto en el que se encontró el cuerpo, tampoco se habrían localizado ningún rastro de pisadas ni de huellas de vehículos.

Ayer se supo que las cámaras de seguridad de la estación de tren de Pizarra, donde desapareció Lucía Vivar la noche del pasado miércoles, la grabaron andando sola en dirección a Álora. En concreto la pequeña aparece junto a la vía férrea de la línea de cercanías C-2, que une esta localidad con la capital malagueña. Unas imágenes que reforzarían la principal hipótesis de la Guardia Civil. 

Las dudas de los vecinos 

Desde el primer momento en que se supo que la muerte accidental era la principal hipótesis de la muerte, los vecinos de la zona mostraron sus dudas. Algunos de los que colaboraron en la búsqueda de la pequeña desde el minuto uno, y que conocen la zona, piensan que es «imposible» que desde la estación de Pizarra (donde se la ve en las imágenes de las cámaras de seguridad) continuara andando sola hasta donde fue encontrado su cuerpo. Matozos, desniveles y tramos de difícil acceso son solo algunos de los escollos a los que habría hecho frente la niña. Sus vecinos añaden que hasta a un adulto le costaría salvarlos.

Ayer, Canal Sur avanzó que la autopsia apunta que no existen lesiones en los pies de la niña, lo que pondría en duda la hipótesis de que recorrió los más de tres kilómetros que separaban el lugar donde desapareció de donde fue encontrada muerta en las vías del tren.

En espera del informe definitivo del Instituto de Medicina Legal

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha pedido «prudencia» y que «no se aventuren conjeturas» sobre las causas del fallecimiento de la menor hasta que concluyan las investigaciones de la Guardia Civil. El subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, se ha sumado a la petición porque todas las conclusiones están condicionadas por el informe definitivo del Instituto de Medicina Legal, el cual «necesita su tiempo» y está pendiente de la obtención de los datos del Instituto Nacional de Toxicología.

 Por ello, mientras tanto, continúan la toma de declaraciones a familiares y posibles testigos de la desaparición. Ayer, la Guardia Civil tomó declaración en calidad de testigos a los padres de la pequeña, Antonio Vivar y Almudena Hidalgo.

Tres localidades conmocionadas 

Cientos de vecinos de los municipios de Pizarra, Álora y Alhaurín el Grande arroparon el pasado viernes a la familia de Lucía durante el entierro de la pequeña. Las tres localidades están consternadas. En Alhaurín el Grande reside la familia y nació la madre. De Pizarra es natural el padre y también fue en este lugar donde se encontraba cenando la familia en el momento de la desaparición. Álora es el término municipal en el que fue hallada.