Un sanitario que atendió al bebé Charlie Gard califica sus últimos días como una «telenovela»

La Voz

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TOLGA AKMEN | AFP

En la carta se explica que figuras como Trump y el Papa creían saber más de medicina que los propios expertos y se habla, por primera vez, de la involucración del equipo

08 ago 2017 . Actualizado a las 14:01 h.

Uno de los miembros del hospital en el que se atendió al bebé Charlie Gard hasta su última día de vida ha escrito una carta en el diario británico The Guardian, explicando que, hasta el momento, ellos eran las únicas voces «no escuchadas».

La carta comenzaba con un indignado sanitario que reivindicaba la dificultad de la situación que, también a ellos, les tocó vivir. «Aquí uno del equipo involucrado en el cuidado de Charlie describe la agonía. Por un lado, tratar de ayudar a una familia desesperada por salvar a su único hijo. Por otra, la necesidad de que el hospital hiciese lo que consideraba mejor para su interés», explica.

En el escrito, se cuenta que el equipo, conformado por 200 enfermeras, médicos y consultores que cuidaron al bebé, lo hicieron con toda la dedicación «no solo haciendo todas las intervenciones médicas que él requirió, sino también lavándolo, acurrucándolo y apoyando sus juguetes alrededor de la cama», dijo. Además, el sanitario planteó su indignación ante figuras como Trump o el Papa, por considerar que no tenían ningún tipo de facultad para dar lecciones y que convirtieron los últimos días en una «telenovela». «De repente sabían más sobre enfermedades mitocondriales que cualquiera de los expertos del hospital», apunta. Además, en medio de su extensa explicación, se preguntaba: «¿Alguna vez ha conocido a una enfermera o médico que quiera que muera un niño?».

Según explica, el caso fue demasiado lejos; presiones varias, amenazas de muerte a compañeros e incluso amigos íntimos suyos que cuestionaban su profesionalidad. «'¿Por qué estás tratando de matar a ese niño?'», le decían. Pero no solo lamenta el trato que ha recibido por las cuestiones mencionadas ya que, tal y como indica, el caso afectó, incluso, a la propia confianza de otros padres con el personal del hospital. «Los padres están nerviosos, temen que no hagamos lo correcto para su hijo», apunta.

Otro aspecto que se menciona y que cobró una importancia trascendental en el desarrollo del mediático caso fueron las redes sociales que, según explica, manifiestan la crueldad con la que fueron tratados los miembros del equipo. «La próxima vez que tenga ganas de comentar en redes sociales sobre lo horribles que somos, trate de recordar lo duro que trabajamos para evitar que mueran niños cada día. Trate de recordar a Charlie, que no escogió nada de esto», sentencia. Además, el sanitario incita a que las personas externas a casos de este tipo piensen las cosas antes de decirlas, porque «el dolor de los padres será inimiginable», justifica. Y, para acabar, el artífice de esta carta -uno de los tantos que luchó por el bienestar de Charlie Gard- sentencia recordando que, desde el personal médico del hospital Gosh, «vivirán, también, con esto para siempre».