La ayuda para contratar a familiares de autónomos abre la puerta a la creación de 3.000 empleos en Asturias

La vieja reivindicación de los autónomos de que sus condiciones laborales se igualen a las de los trabajadores por cuenta ajena está lejos de cumplirse, aunque se están dando pasos para reducir las diferencias. El ritmo es lento y las diferencias todavía son abismales, pero la nueva ley de medidas urgentes en la que trabaja el Gobierno central, que previsiblemente se aprobará en septiembre o en octubre, recoge muchas de las exigencias históricas del colectivo. Una de ellas es la de facilitar la contratación de familiares directos, una medida con la que se facilitará el relevo en los pequeños negocios. Aunque resulta complicado pronosticar el impacto de esas bonificaciones, abre la puerta a la creación de unos 3.000 empleos en Asturias.

La nueva ley contempla la bonificación del 100% de la cuota empresarial por contingencias comunes durante los primeros 12 meses a cambio de hacer un contrato de trabajo indefinido a un hijo o a un familiar hasta primer y segundo grado de consanguinidad. Es una opción especialmente interesante para los negocios en los que el titular está próximo a la jubilación ya que, con esta ayuda, dispone de un plazo de un año para elegir y enseñar a un familiar que lidere la transición empresarial. El ahorro de costes es muy significativo, ya que únicamente tendría que abonar el salario del trabajador.

Resulta complicado saber exactamente cómo puede favorecer esa medida la creación de empleo. Para realizar un cálculo aproximado puede tenerse en cuenta la cifra de autónomos colaboradores, es decir, los familiares directos del trabajador autónomo titular que trabajan para él. Hasta la fecha tenían una bonificación del 50% durante 18 meses y del 25% otros seis meses más. Evidentemente, no todos los autónomos colaboradores pasarán a estar contratados con la nueva ley, pero es una figura que sirve de base para realizar una estimación. Según la Asociación de Trabajadores Autónomos de Asturias, el Principado tiene unos 3.000 autónomos colaboradores.

Patricia Oreña, presidenta de ATA Asturias, deja claro que no se puede simplificar hasta el extremo de afirmar que esos 3.000 colaboradores pasarán a tener un contrato indefinido, pero sí que considera que los cambios servirán para impulsar la contratación. La responsable del colectivo recuerda que la medida «es una de nuestras viejas reivindicaciones». «Antes salía carísimo contratar a un familiar», explica Oreña, quien añade que los más beneficiados serán las personas próximas a la jubilación. «Esto servirá para evitar que mueran muchos negocios y también, por ejemplo, para que los autónomos puedan contratar a sus hijos cuando están en paro, ya que el ahorro es importante», profundiza la presidenta de ATA.

Condiciones para obtener la bonificación

La ley establece una serie de condiciones para poder acogerse a la bonificación. Además de que el tipo de contrato ha de ser indefinido, en los doce meses previos a la contratación del familiar el autónomo no podrá haber realizado ningún despido por causa objetiva o disciplinaria que se haya declarado improcedente. Además, el propietario del negocio deberá mantener el nivel de empleo en los seis meses posteriores a la firma del contrato. Esto significa que no podrá rescindir el contrato a ningún empleado de la plantilla. 

Una de las cuestiones que está por resolver es la de si los hijos contratados por un autónomo tendrán derecho a cobrar el paro si posteriormente son despedidos por su familiar. Hasta el momento la ley veta esta posibilidad, pese a que hay jurisprudencia en contra de la norma, pero solo en casos en los que estos no conviven con el autónomo titular, cuentan con un sueldo fijo y tienen un horario establecido, al objeto de evitar posibles fraudes. No ocurre así con el resto de prestaciones sociales, que sí se les reconocen sin restricción alguna.

La nueva ley

La bonificación para contratar a familiares es una de las muchas medidas que recoge la nueva ley. Entre todas ellas, Oreña destaca las que forman parte de las exigencias históricas del colectivo que representa. Destaca, por ejemplo, que la tarifa plana de 50 euros para los nuevos autónomos se amplía a un año; las mejoras para la maternidad -para conciliar la vida laboral y familiar, las madres podrán pagar un año después de dar a luz la tarifa plana-; los cambios en la cotización -ahora podrá cambiarse cuatro veces al año y no dos como antes-; que las altas y las bajas tendrán lugar en el día y no por meses completos; o el reconocimiento de la deducción de suministros, medida que aporta seguridad jurídica a una práctica que algunos ya hacían pero sin un soporte legal claro.

Los pasos que se darán con la entrada en vigor de la ley satisfacen a los autónomos, pero exigen más. Su objetivo último es equiparar su situación a la de los trabajadores por cuenta ajena, una aspiración «justa pero que todavía queda muy lejos», según la presidenta de ATA en Asturias. Una vez aprobada la ley, será necesario desarrollar un reglamento para poner en práctica todos esos cambios. Ahí es donde el colectivo espera incluir las reivindicaciones que, por el momento, se han quedado fuera. Entre ellas, la mejora en las cotizaciones.

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