La Eurocámara denuncia trabas burocráticas a los trabajadores en el Reino Unido

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

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STEPHANIE LECOCQ | efe

Bruselas pone este jueves el broche a la tercera ronda de negociación del «brexit»

31 ago 2017 . Actualizado a las 07:54 h.

Bruselas pondrá este jueves el broche a la tercera ronda de negociación del brexit y sin avances reseñables a la vista. El Gobierno de Theresa May sigue empeñando en poner a prueba la paciencia y resistencia de los 27 con propuestas de mínimos que siguen sin convencer a la UE en los derechos de los residentes desplazados, la factura de salida y la solución para la frontera de las dos Irlandas. Las triquiñuelas del negociador británico, David Davis, han puesto en alerta al responsable de la Eurocámara para el brexit, Guy Verhofstadt. El belga advirtió ayer a la Eurocámara de que será necesario aprobar una resolución para el mes de octubre que incluya las líneas rojas que impondrá la institución en torno a los derechos de los ciudadanos comunitarios desplazados en el Reino Unido: «Debemos dejar bien claro que no podemos aceptar la propuesta que se ha puesto sobre el tapete y que implicará un procedimiento individualizado para obtener el permiso de residencia», aseguró. «Lo mejor es decir ahora lo que nos parece aceptable e inaceptable, no en el 2019», insistió recordando que la institución puede bloquear cualquier acuerdo.

Desconfianza

Verhofstadt no se fía. Ayer mismo denunció las argucias que están usando los británicos para dificultar la obtención del permiso de residencia a los trabajadores comunitarios desplazados: «Las prácticas que se están implantando dificultan la obtención de los documentos necesarios», alertó en referencia a las crecientes trabas burocráticas en el Reino Unido.

Tampoco se ha despejado el camino para la homologación de cualificaciones académicas o la coordinación entre los sistemas de seguridad social. Ni siquiera se ha fijado una fecha de corte para calcular el tiempo de residencia en el país. Las dudas crecen entre los británicos y el resto de europeos residentes a uno y otro lado del Canal de la Mancha. «He recibido miles de cartas de gente preguntando qué va a pasar con sus derechos. No podemos prolongar otros 14 meses más esta situación de incertidumbre», insistió a los negociadores Barnier y Davis.