El actor participa como productor en la precuela «El joven Sheldon», que se estrena en noviembre
02 oct 2017 . Actualizado a las 09:16 h.Gracias a la serie The Big Bang Theory, el actor Jim Parsons se ha consolidado como uno de los grandes intérpretes de la televisión. Una década de su vida entregada a un tipo carente de emociones, pero con el intelecto de un genio: el físico Sheldon Cooper, el personaje más inteligente de la pequeña pantalla. En su piel, Parsons se ha hecho con varios premios (cuatro Emmys y un Globo de Oro) y ahora se estrena como productor ejecutivo y narrador de Young Sheldon (El joven Sheldon), la precuela de The Big Bang Theory, que llegará el 3 de noviembre a Movistar Series.
-¿Qué sintió al ver que su personaje recibe su propio «spin-off»?
-Ha sido una experiencia muy emotiva verme retratado de niño. Cuando me invitaron a participar como narrador, me pareció un gran honor y me quedé sin palabras.
-Usted, además, participa como productor.
-Sí. Me han dado la oportunidad de trabajar desde dentro y la he aceptado. Digamos que el personaje de Sheldon forma ya parte de mí. Hemos hablado también de la posibilidad de que las historias de El joven Sheldon tengan eco en The Big Bang Theory, así los espectadores podrán ver lo que ocurre en su vida en 1989 y su impacto personal treinta años después. Estamos discutiendo el efecto dominó de una serie en la otra.
-¿Le ha dado algún consejo a Ian Armitage, el actor que lo interpreta en la nueva serie?
-No, pero le escribí un mensaje a su madre el día que vi el póster de la serie por primera vez. Le dije: «Prepárate». Y yo creo que ambos lo están.
-¿Se parece en algo al personaje que retrata «El joven Sheldon»?
-Sí. Aunque yo no solía enfrentarme con mis padres, más tarde tuve que pelear por mi sexualidad, pero no por mi intelecto. Sheldon y yo tenemos más en común ahora que con 9 años. Yo a esa edad no era tan maduro como él ni era brillante. Al contrario, era más bien mediocre. Ian me maravilla porque tiene control de sí mismo, mucho más que yo, él sí se parece a Sheldon. Es un niño muy humano.
-Después de interpretar a Sheldon Cooper durante diez años, ¿qué aspecto de su personalidad le ha costado más retratar?
-Sin duda, su falta de empatía. Entrar y salir de la piel de Sheldon no es tan fácil como parece. Me ha costado mucho representar un personaje que no entiende las necesidades de otros.
-La serie está dedicada a la ciencia. ¿Son difíciles los diálogos?
-Sí. Durísimos. Es lo que más me cuesta. Reconozco que me gusta pasarme horas aprendiéndome los diálogos, rompiendo las frases, repitiendo las palabras, es parte del trabajo del actor. Pero al final de cada temporada necesito unas vacaciones porque siento que mi cerebro está completamente saturado.