Puigdemont amenaza con proclamar ya la independencia

mercedes lodeiro BARCELONA / ENVIADA ESPECIAL

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Dice que aplicará los resultados del referendo ilegal, pese a su evidente falta de garantías de todo tipo

02 oct 2017 . Actualizado a las 09:22 h.

Sin las mínimas garantías exigibles a un referendo, sin reconocimiento internacional, y cuando ni siquiera se conocían los resultados de la ilegal consulta celebrada ayer en Cataluña, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, dio otro paso más en su órdago al Estado. Anunció que llevará en los próximos días al Parlamento catalán una iniciativa con el objetivo de declarar de modo unilateral la independencia, «para tener un Estado propio en forma de república».

Sería con posterioridad a la comparecencia de Puigdemont cuando el portavoz Jordi Turull hizo públicos los resultados de un recuento que no tiene absolutamente ninguna garantía, pues el escrutinio fue realizado sin ningún tipo de control independiente. Según Turull, se emitieron 2.262.424 papeletas, una cifra igual a la del 9N, lo que supone que, en el mejor de los casos, participaron solo un 40 % de los catalanes. De ellos, han votado sí 2.020.144 personas, el 90 % de los supuestos votos emitidos, solo un tercio de los catalanes mayores de edad y un número equivalente al de votos que Junts pel Sí y la CUP sumaron en las elecciones autonómicas del 2015.

A pesar de la fragilidad e insuficiencia de estas cifras, Puigdemont se atrevió a decir: «Los catalanes nos hemos ganado el derecho de ser respetados en Europa, nos hemos ganado el respeto a ser reconocidos y a decidir nuestro futuro». Argumentó que la situación creada «ya no es un tema interno, es de interés europeo». Se escudó en que el Estado es incapaz de proponer una solución para Cataluña «que no sea la fuerza bruta». Y volvió a apelar a las masas. «Millones de personas se han ganado a pulso su soberanía», valoró.

El presidente catalán, que compareció rodeado de todo su Gobierno, ignoró durante su intervención el llamamiento que dos horas antes había realizado el presidente Rajoy para reunir a los partidos con representación parlamentaria y retomar la senda del diálogo. 

Huelga general

Puigdemont comenzó su intervención en tono desabrido, hablando de la «brutal represión» de las fuerzas de seguridad «que actuaban al dictado del Gobierno español», y dirigiéndose a un «pueblo pacífico».

Y en paralelo a la amenaza de Puigdemont de proceder a la proclamación de la independencia, el secesionismo decidió aumentar la presión en las calles. La CUP lanzó un llamamiento para llevar a cabo una huelga general mañana. La propuesta fue secundada o pactada por las entidades secesionistas, Òmnium Cultural y Asamblea Nacional Catalana, cuyos líderes se reunieron por la tarde con Oriol Junqueras y con los sindicatos UGT y CC.OO. En un comunicado conjunto, estos instaron a «partidos y Gobiernos» a «encauzar la situación» a «escenarios de diálogo» mediante la vía de la «negociación, deliberación y democracia».