Recuento de votos en «misa»

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Un pueblo de Tarragona se reunió en su iglesia para darle esquinazo a la policía y llevar a cabo, tranquilamente, el escrutinio. El cura se vistió con el alba y la estola por si aparecían las fuerzas de seguridad

03 oct 2017 . Actualizado a las 18:50 h.

El pasado domingo, dispuestos a burlar como fuese a la policía, los vecinos de Vilarrodona -un pueblo de la comarca del Alto Campo, en la provincia de Tarragona- se vistieron con sus mejores galas y acudieron puntuales, como cada día del Señor, a la iglesia. La última de sus intenciones era, esta vez, rezar. Ni siquiera había eucaristía programada para el domingo por la tarde. El objetivo de la reunión en el templo no era otro que recontar los votos del referendo ilegal

En las imágenes, difundidas por medios locales, puede observarse una improvisada mesa de conteo de votos junto al altar, a los asistentes entonando el Virolai (canto a la Virgen de Montserrat) y al sacerdote, ataviado con el alba y la estola, dirigiéndose a ellos frente al libro de las Sagradas Escrituras. Todo era un paripé: no hubo misa, ni oración. No Padrenuestros ni Credos. Las urnas llegaron a la capilla, procedentes de la Casa de la Cultura, entre vítores y, allí, lejos del control de las fuerzas del orden, se procedió al escrutinio de papeletas.

Explica su párraco, Franscesc Manresa Manresa, a La Vanguardia, que lo que hizo la iglesia parroquial de Santa Maria de Vilarrodona fue «acoger la democracia». ¿Y qué hacía el religioso subido al altar, como si estuviese celebrando una misa? «Fue una estratagema», revela