La ELA podría estar causada por hongos en el cerebro

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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MARCOS MÍGUEZ

Las estructuras fúngicas presentes en el cerebro fueron detectadas por los científicos a través de inmunofluorescencia

10 oct 2017 . Actualizado a las 08:17 h.

Un equipo de biólogos moleculares de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) ha relacionado la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) con infecciones por hongos en el cerebro. Su trabajo, publicado en Neurobiology of Disease, amplía estudios anteriores sobre una de las más temidas enfermedades neurodegenerativas cuya causa aún se desconoce. 

El grupo de expertos, liderado por Luis Carrasco, y en el que también participó el neuropatólogo gallego Alberto Rábano, director del Banco de Tejidos de la Fundación Cien, analizó muestras de distintas regiones del sistema nervioso central de once pacientes con ELA. «Se llevaron a cabo estudios de inmunohistoquímica en cortes de tejido nervioso. También se determinaron las especies de hongos presentes en cada paciente mediante PCR, secuenciación de Sanger y también mediante secuenciación masiva», según explica Carrasco.

Las estructuras fúngicas presentes en el cerebro fueron detectadas por los científicos a través de inmunofluorescencia, usando anticuerpos que reaccionan específicamente contra proteínas de hongos. «La secuenciación del ADN fúngico nos permitió determinar la presencia de distintas especies de hongos y que son diferentes de unos pacientes a otros, lo que podría explicar la distinta evolución y severidad observadas en los síntomas de cada paciente», apunta el investigador. Estos resultados reforzarían trabajos anteriores, ya que demuestran la existencia de infecciones fúngicas en el cerebro de pacientes de ELA, pero no en controles de personas fallecidas por otras causas. «La demostración de si la ELA está causada o no por infecciones fúngicas -detalla Carrasco- se obtendrá mediante ensayos clínicos adecuados, llevados a cabo en hospitales y, seguramente, en colaboración con las compañías farmacéuticas que elaboran compuestos antifúngicos». El mal afecta a las neuronas motoras y, en la mayoría de los casos, da lugar a la muerte en un período de 2 a 5 años después de su diagnóstico.