El mensaje de Puigdemont no calma a las empresas, y sigue el flujo de salidas

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

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Mila MéndezMarco Gundín

Bimbo, AXA o Cola Cao, entre las que se van tras la falta de claridad sobre la secesión

12 oct 2017 . Actualizado a las 08:43 h.

El guiño que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, hizo al tejido empresarial catalán durante su intervención del martes en el Parlamento, en la que no aclaró qué pasará con una declaración de independencia que tardó menos de un minuto en dejar en suspenso, no ha calmado en absoluto los nervios de los empresarios. De poco sirvió que Puigdemont asegurara que el Govern mantendría el impulso económico y social en el territorio. Con la inseguridad jurídica y el miedo a que la indefinición política sobre el futuro de Cataluña acaben pasándoles factura a sus negocios, la avalancha de firmas que anuncian el cambio de domicilio social se intensifica. Y ya son cerca de medio centenar.

Planeta no esperó ni un día siquiera y anunció su traslado administrativo la noche del mismo martes, poco después de que concluyera la sesión. Ayer se le sumaron otras sociedades que, como las emblemáticas Bimbo o Idilia Foods (propietaria de marcas tan representativas como Cola Cao o Nocilla), han decidido mover su sede: la primera a Madrid y a Valencia la segunda.

Cabe recordar que la propietaria de Coca Cao hizo el lunes un llamamiento a los Gobiernos estatal y autonómico para que solucionasen el conflicto soberanista con urgencia y anunció que, de declararse la independencia unilateralmente, se iría de Cataluña, donde lleva más de 70 años. Finalmente tomó ayer esa decisión.

Pero Bimbo e Idilia no fueron las únicas. A ellas se sumaron compañías de otros sectores, como el caso de las aseguradoras AXA y Divina Pastora. La primera cambiará la sede social de sus divisiones de vida y de pensiones a Bilbao, mientras que las clínicas Terres de Ponent y Nova Quintàlia, del Grupo Divina Pastora, se mudarán a Valencia.

También la Comunidad Valenciana, pero en concreto Alicante, es la nueva sede social escogida por la asesoría energética Cémoi Electricité, hasta ahora ubicada en Barcelona. El argumento se repite en todos los casos, ya que las compañías buscan «un marco estable y un entorno de seguridad jurídica y económica» que garantice que podrán desarrollar con normalidad su actividad.

A Madrid cambia Industrias Ponsa, fabricante de cintas textiles como las que se usan para fabricar los cinturones de seguridad de los fórmula 1. Así lo confirmaron ayer a Efe fuentes de la compañía, hasta el momento con sede en Manresa.

La dueña de las ITV de Galicia

Idénticos pasos dará Applus, la multinacional que hace un par de semanas compró las ITV de Galicia. Lo notificó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), después de que su consejo de administración lo aprobara para «proteger los intereses generales de la compañía».

Del mismo modo que el goteo de salidas continúa, también lo hace el de empresas que lo harán si se declara la independencia. Entre ellas están The Digital Box, Nissan, Europastry o Pangea Oncology, que se suman a Codorníu o Freixenet -el presidente de esta última, José Luis Bonet, dijo ayer que propondrá el cambio de sede en el próximo consejo, a finales de mes-, Renta Corporación o Lidl.

¿Qué diferencia hay entre trasladar solo la sede social o también la fiscal?

Sabadell y CaixaBank fueron los primeros en anunciar que el cambio de sede social iría acompañado del cambio de domicilio fiscal y ayer se les sumó Sanantur. ¿Qué diferencia hay entre ambas figuras? La primera tiene impacto únicamente administrativo y apenas va más allá de marcar dónde se celebrará la junta de accionistas. Pero el cambio de domicilio fiscal marca a qué Hacienda paga la empresa los impuestos autonómicos correspondientes (el de sociedades se abona al Estado), por lo que al salir de Cataluña buscan reducir la incertidumbre fiscal en caso de independencia.