Roger Torrent i Ramió: «El referendo no era un instrumento previsto en la hoja de ruta de Junts pel Sí»

Carlos Punzón
carlos punzón BARCELONA / ENVIADO ESPECIAL

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Admite que la oferta de diálogo de Puigdemont a Rajoy es solo para decidir cómo se aplica la independencia

19 oct 2017 . Actualizado a las 09:21 h.

El pueblo del que es alcalde por ERC, Sarriá de Ter, se independizó de Gerona cuando solo tenía 4 años y Roger Torrent i Ramió (1979), coportavoz de la coalición Junts pel Sí en el Parlamento autonómico, considera que Cataluña tiene ese mismo derecho sin tener que atender a la Constitución y la legalidad. «Tenemos nuestra propia ley y nos ampara el derecho internacional», dice para dar por válido el referendo ilegalizado y a la norma que lo acompañó.

-¿Se ha declarado o no la independencia en Cataluña?

-La respuesta es evidente, el presidente Puigdemont proclamó la independencia y los 72 diputados independentistas lo ratificamos con una declaración. Pero antes aprobamos una ley del referendo de autodeterminación que establece qué pasaría si ganaba el sí o el no. El referendo fue legítimo, ganó el sí y por lo tanto había que proclamar la independencia. Lo que nos propuso el presidente fue suspenderla para plantear una oferta de diálogo al Gobierno de España para ver cómo aplicamos el mandato democrático de los ciudadanos.

-Pero es una declaración basada en dos pilares ilegales, como declaró el Constitucional: la ley del referendo y la consulta.

-Decisiones basadas en algo que no es lógico en un Estado democrático: votar nunca debe ser ilegal. Para la ley del referendo nos acogimos al derecho internacional, que garantiza el derecho fundamental a votar, y el de autodeterminación, que está en la mayor parte de los tratados suscritos por el Reino de España. Fue un referendo legal y legítimo.

-¿Aunque no participase ni la mitad de la población?

-Se expresó una parte muy importante del censo. Un 43 % del censo, dado el contexto, es mucho y 770.000 no pudieron votar. Con eso serían más de tres millones.

-Aun contando de esa forma, algo más de uno de cada dos catalanes no apoyan la independencia. ¿No parten a Cataluña?

-El brexit no partió a la sociedad inglesa, tampoco el referendo de Escocia ni el de Quebec. Y el de Cataluña tampoco ha separado a nadie de la sociedad catalana, como no lo hizo en España el de la OTAN. Se hacen para ver qué piensa la sociedad.

-Duran i Lleida, entre otros, sí habla de fractura social.

-Hay un relato que intenta decir eso, que las familias están separadas. En absoluto. Es un debate intenso porque todos tenemos una opinión sobre nuestro país, y la que cuenta es la que dicen las urnas. Lo que genera tensión es la policía aporreando a mayores.

-Apela a la legislación internacional para justificar el referendo ilegalizado. ¿Acaso la Constitución no avala los derechos fundamentales?

-La Constitución española emana de ese derecho universal.

-Pero no prevé referendos para independizarse.

-No, pero tampoco los prohíbe expresamente. Hemos intentado pactar 18 veces un referendo con el Gobierno de España, como hizo Escocia con Downing Street. Se pudo haber acordado, pero siempre nos han cerrado la puerta en las narices de mala manera, y no nos quedó otra vía.

-¿Sus condiciones al diálogo ahora son que la declaración de independencia es irrenunciable, o admitirían partir de cero?

-Tenemos un mandato democrático y mayoritario de los ciudadanos por el que tenemos que aplicar la independencia. Somos deudores de esa decisión y tenemos que cumplirla. El referendo no era un instrumento previsto en la hoja de ruta de Junts pel Sí, pero las circunstancias y la ciudadanía hicieron que fuera la pieza imprescindible. El futuro de Cataluña ya lo han decidido los ciudadanos el 1-O: independencia.

-Más bien lo hicieron los diputados independentistas, ¿no?

-Sí, pero trasladamos lo que dice la ciudadanía. Había un debate público que planteaba esa necesidad.

«Los Jordis no son mártires, no es un proceso personalista»

Roger Torrent reconoce que la coalición que lideran Carles Puigdemont y Oriol Junqueras ya negocia con los diputados anticapitalistas de la CUP cómo declarar la independencia de Cataluña, ahora formalmente. Todo apunta a que habrá un movimiento en ese sentido la semana que viene.

-En cuestión de horas nos podemos encontrar con que Cataluña es a la vez una república declarada de manera unilateral y una autonomía intervenida. ¿Qué hará cada catalán? ¿Atender a la Administración que le convenga y seguir las leyes que prefiera?

-Los procesos de independencia se basan en la legalidad, y tenemos una propia aprobada en el Parlamento de Cataluña, Y se apoyan también en la legitimidad, que nos da una inmensa mayoría de los ciudadanos. Haremos valer las dos y para eso pedimos la mediación internacional, para ayudar a hacer cumplir el mandato de los catalanes.

-¿Podría un pueblo hacer también su propia norma y convocar un referendo para independizarse del resto de Cataluña?

-Los derechos fundamentales democráticos hay que respetarlos en cualquier caso. Aquí aprobamos la ley del Valle de Arán y explícitamente recoge el derecho a decidir de sus habitantes. Dicho eso, Cataluña es una nación y ahí está el problema del concepto, porque el Madrid político nunca lo ha aceptado.

-¿Están haciendo de los Jordis sus mártires?

-No. No me gusta hablar de mártires. Este no es un proceso personalista. Lo que sí me parece su detención es un disparate jurídico. Hablamos de presos políticos. No cometieron delitos.

-¿No es grave verlos encima de un coche de la Guardia Civil?

-Nadie quiere acordarse de que fueron ellos los que pidieron a la gente que bajara del coche. Lo pidieron uno a uno. Y lo que ellos dijeron encima del coche es que se fueran a su casa y que permitieran salir a la Guardia Civil y a la comitiva judicial. Fueron muy valientes ante una gente que estaba indignada por las detenciones de 14 representantes públicos.