Puigdemont, ¿prisionero americano o prisionero ruso?

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado LA VOZ / MADRID

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ALBERT GEA | REUTERS

Fuentes del PP catalán vaticinan que el presidente autonómico tiene la decisión tomada, y que se aventura a entrar en el peor de los escenarios

25 oct 2017 . Actualizado a las 15:12 h.

«¿Prisionero de los americanos o prisionero de los rusos?» Esta es la metáfora que emplea una fuente de la dirección del Partido Popular en Cataluña para reflejar el dilema al que se enfrenta Puigdemont. Se trata de una pregunta retórica, y parece que la respuesta que ofrecerá el presidente autonómico está clara.

«Los americanos -que estarían representados por el estado de Derecho- te arrestan y te garantizan un proceso justo conforme a las leyes». Mientras, «los rusos -que estarían representados por el sector más radical del independentismo-, te forzarían a un destierro, el president sabe que sería considerado un traidor». Es decir, que la salida por la que optará Carles Puigdemont en la recta final de esta semana decisiva para el desafío secesionista será, siempre según esta fuente, la declaración de independencia.

El modo de hacerlo parece que también lo tenía bastante claro. Obtendrá un mandato de la Cámara autonómica para ofrecer diálogo. Y de nuevo, escondiéndose tras un discurso repleto de ambigüedades, se negará a aclarar tanto que se ha proclamado la independencia en Cataluña, como lo contrario. 

El Gobierno, con el respaldo del PSOE y de Ciudadanos, se mantendrá firme y logrará la autorización del Senado para comenzar a ejecutar las medidas con las que pretende devolver a la autonomía a la legalidad. Y entonces, en ese mismo instante, Puigdemont reanudará el pleno en el Parlamento catalán para votar o declarar la independencia.

Estaríamos ante «el peor de los escenarios, pero es que hasta la fecha siempre ha sucedido lo peor», apuntan. Por supuesto, son conscientes de que Puigdemont se enfrenta a muchas y muy diversas presiones dentro del sector independentista, pero para apuntalar esta decisión que consideran que tomará el titular del Ejecutivo autonómico se basan en que su elección por la CUP para ser investido «no fue una casualidad», porque encaja con el perfil más rupturista».