Ciudadanos, PSC y PP recuperan la ilusión con el anuncio de Rajoy y ya se preparan para el 21D

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LLUIS GENE | Afp

Carrizosa rompió en el pleno la propuesta de Junts pel Sí

28 oct 2017 . Actualizado a las 08:50 h.

Los principales partidos de la oposición catalana pasaron este viernes de la consternación al alivio ante la convocatoria electoral para el 21 de diciembre anunciada por Mariano Rajoy. Inés Arrimadas prometió que Ciudadanos saldrá «a ganar» para «restablecer la democracia», Miquel Iceta (PSC) aseguró ver «un rayo de luz», y Xavier García Albiol valoró que «la democracia empieza a poner a los golpistas en su sitio».

Horas antes, el pleno del Parlamento catalán había dividido a los once diputados de Catalunya Sí Que Es Pot, los únicos de la oposición que participaron en la votación de las enmiendas de Junts pel Sí y la CUP. Los demás -PP, PSC y Ciudadanos- se habían ausentado del hemiciclo. Los aliados de Podemos mostraron a las cámaras su no a la resolución que declara un «Estado independiente en forma de república», excepto los tres de Podem, Albano Dante Fachin, Joan Giner y Àngels Martínez, que recibieron el aplauso de los independentistas.

En su turno, Marta Ribas (ICV) había señalado que «es un grave error responder a un error con otro». «La DUI es un error como respuesta, eso no nos protege del 155. Lo que hacen es confrontar».

Carlos Carrizosa (C's) manifestó que «es un día triste, dramático porque se perpetra el golpe a nuestra democracia instaurada en 1978». E incriminó a Junts pel Sí «las trampas» con las que aprobaron la ley de transitoriedad el 6 y 7 de septiembre, «con nocturnidad y alevosía», remarcó, y recordó que, además de vulnerar los derechos de los parlamentarios, no pasaron el filtro del Constitucional, ni de los letrados del Parlamento. «¿Ustedes son como dioses que nadie les puede impugnar sus leyes?», preguntó. Y expuso que se inventaron un referendo, perdieron las elecciones plebiscitarias del 27S, y con todo eso «han arruinado la sociedad». Dirigiéndose a Puigdemont, afirmó que «va a pasar a la historia por haberse cargado las instituciones de autogobierno». Antes de abandonar el estrado, rompió los folios de la proposición de Junts pel sí y la CUP, entre aplausos de los compañeros.

Sobre la fractura en la sociedad incidió Eva Granados (PSC). «Son unos inconscientes», dijo. «Los socialistas nos hemos dejado la piel para que esto no llegase hasta aquí, y nos han llamado fascistas. O renuncias a tus ideas o te echamos fuera de la alcaldía, esto está pasando», denunció. Y con contundencia concluyó: «No en nuestro nombre, señores del PDECat, ERC y CUP. Han pisado derechos políticos. Para aprobar el Estatut, 120 diputados, y 62 para cargárselo». El portavoz del PP, Alejandro Fernández, criticó que los independentistas «convirtieran su proyecto separatista en populista». «Vergüenza es lo que les debería dar», dijo. Echó en cara a Junqueras sus «lágrimas de cocodrilo», con las que, dijo, «manipula los sentimientos de los catalanes, y a la política se llega llorado».