Santi Vila sale de la cárcel y quiere ser la esperanza del nacionalismo moderado

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El exconsejero salió de la cárcel tras depositar la fianza impuesta por la jueza

04 nov 2017 . Actualizado a las 08:56 h.

El exconsejero de Empresa Santi Vila salió ayer por la mañana de la madrileña cárcel de Estremera con un discurso muy claro: es la hora de la política. Afectado tras una noche en prisión -aunque él posiblemente podría habérsela ahorrado porque tenía una fianza de 50.000 euros que pagó a primera hora de ayer-, hizo un llamamiento a las autoridades del Estado (a Rajoy, pero también a los presidentes del Congreso y del Senado) para reclamarles que «tomen ya» la iniciativa política y «cartas en el asunto».

Vila, que criticó por desproporcionada su prisión preventiva y la de sus antiguos compañeros en el Gobierno catalán, y tildó de terrible la experiencia vivida en la cárcel («desoladora», fue el término que utilizó), fue el único consejero de Puigdemont que dimitió de su cargo cuando el entonces todavía presidente de la Generalitat decidió no convocar elecciones y apostó por dejar en manos del Parlamento catalán la declaración unilateral de independencia, que se hizo efectiva al día siguiente.

Es, por tanto, la cara visible del ala moderada de los antiguos convergentes, un electorado que todavía no está cuantificado, ya que inicialmente se incluía en la coalición Junts pel Si, pero que la escalada hacia la independencia a cualquier precio ha dejado sin referencias. Lo que parece poco probable es que Vila sea el cabeza de cartel del PDECat, que ayer apostaba por la lista unitaria independentista. Claro que con la volatilidad de las decisiones de estas semanas, no hay ninguna puerta cerrada, ya que el PDECat elegirá a su líder en unas primarias y Vila se puede presentar a ellas. No lo descartó ayer Marta Pascal, que no quiso ahondar en la figura del exconsejero.

La otra opción que esta misma semana valoraba Vila es presentarse a las elecciones con otra formación con la que «dar voz a la moderación» de las clases medias de Cataluña. Podría convertirse así en una figura indispensable para un futuro Gobierno constitucionalista que busque puentes de unión con el nacionalismo moderado.

Pero, ¿quién es Santi Vila? Nacido en Granollers en 1973, es doctor en Historia, y profesor de esta especialidad. Comenzó militando en ERC -fue en una lista a las municipales de Figueres con 18 años-, pero en 1999 se pasó a Convergència, y se convirtió en concejal. Escaló posiciones que lo llevaron a ser diputado del 2006 al 2013 y dos veces consejero de la Generalitat, de Cultura (2016-2017) y Empresa (2017). Firme defensor del colectivo LGTBI, su boda, oficiada en el 2014 por Artur Mas, se convirtió en el primer enlace gay en el seno de un Gobierno catalán. A principios del 2016, la pareja se divorció.