Los independentistas intentan maquillar el fracaso de una lista unitaria para el 21D

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / REDACCIÓN / LA VOZ

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THIERRY MONASSE | EFE

Puigdemont, «decepcionado», muestra su frustración por no poder concurrir junto a ERC y la CUP

16 nov 2017 . Actualizado a las 09:57 h.

Revueltos, pero no juntos. Así concurrirán los independentistas a los comicios del 21 de diciembre. Junts pel Sí, la alianza con la que se presentaron a las anteriores elecciones la antigua Convergència y ERC, ha pasado a mejor vida. Fundamentalmente porque a los republicanos no les conviene seguir de la mano. ERC acudirá a las urnas con su marca y en solitario. Las encuestas apuntan a que será la fuerza más votada; algunas incluso amenazan con que deje al PDECat moribundo. Pero los arquitectos de la campaña son conscientes de que su renuncia a una lista única del independentismo les puede arañar votos. Así, y con la única intención de seguir transmitiendo una imagen de unidad del secesionismo, tanto a su electorado como al exterior, exploran una enrevesada manera de realizar la campaña en común.

Marta Rovira, secretaria general de ERC, habla de organizar «un frente» con un programa coordinado e incluso compartir mítines y demás actos de campaña. En su viaje del martes a Bruselas, trazó con Puigdemont las líneas del proyecto. Se trata de ensalzar los puntos en común y ocultar las muchas e importantes diferencias. Por ello, exprimirán la idea de que las elecciones son ilegítimas y buscarán sacar partido a los encarcelamientos, haciendo hincapié en lo que entienden como opresión del Estado español.

Plasmar esta hoja de ruta conjunta sin pisarse los callos no parece muy complicado, sin embargo resultará todo un desafío llevarla a la práctica. Ayer, el consejo nacional del PDECat avaló que Puigdemont tenga plenos poderes para ultimar la lista de Junts per Catalunya. Y en una entrevista a Elpunt Avui, Puigdemont mostró su decepción por no poder hacer una lista unitaria que, intentó justificar, «no se pudo hacer por razones operativas» y justificó su propia candidatura como respuesta al «golpe de Estado español»

Fachin, fuera de listas

Quien no irá en ninguna candidatura será el depurado por Pablo Iglesias Albano Dante Fachin. El nombre del ex secretario general de Podem había sonado como posible fichaje de ERC o de la CUP, pero tampoco irá con los antisistema, que ayer confirmaron a sus cabezas de lista

 

Una leal fontanera sin carisma

f. b. madrid

Con el aval de Oriol Junqueras desde la cárcel, Marta Rovira i Vergés (Vich, 1977) se postula como aspirante a primera presidenta de la Generalitat, y algunas encuestas la dan ya como ganadora.

La secretaria general de ERC se crio en una familia independentista, por lo que su ingreso en ERC hace doce años fue algo natural. También su ascenso dentro del partido, de la mano de Puigcercós, que la incorporó a la ejecutiva gracias a su desempeño. Desde entonces ha dedicado su tiempo a la realización de trabajos de fontanería en defensa de las esencias republicanas, hasta el punto de convertirse en la persona de máxima confianza del actual líder, Oriol Junqueras. El exvicepresidente de la Generalitat destaca de ella «su determinación y convencimiento inigualables», así como su sensatez y su audacia, aunque también apunta que es algo «tozuda y obstinada».

Marta Rovira aparenta timidez, pero tras esas gafas se oculta una gran determinación y perseverancia, dos armas que empleó para acabar de convencer al BNG para que en el 2008 abandonase a CiU, sus tradicionales aliados en las europeas, en favor de ERC. Además de por su trabajo en la sombra, Junqueras la ha promocionado por su lealtad, pero falta comprobar si también ha influido su falta de carisma, con el objetivo de que no acabe robando al líder el protagonismo cuando este salga de prisión.