«He sido discriminada o acosada de muchas formas prácticamente cada vez que he trabajado», asegura la actriz
21 nov 2017 . Actualizado a las 19:53 h.La actriz Natalie Portman ha compartido algunas de sus experiencias de acoso o sexismo durante una charla en el Vulture Festival de Los Ángeles. Tras leer el aluvión de demandas que siguieron a las denuncias al productor Harvey Weinstein por violación o acoso sexual, Portman confesó haberse sentido aliviada. «Me sentía afortunada por no haber sufrido nada similar», explicó, «pero entonces pensé que, aunque no había sido sexualmente atacada, sí he sido discriminada o acosada de muchas formas prácticamente cada vez que he trabajado».
Su experiencia, afirmó, incluye «cientos de historias». En una ocasión un productor invitó a la actriz a viajar con él y su compañía en un avión privado. Portman se presentó «y sólo estábamos nosotros, había una cama hecha en el avión». Asustada, explicó que «no se sentía cómoda». «Fuí respetada», añadió, «pero la situación era completamente inaceptable».
Las múltiples voces que han denunciado a Weinsten demuestran que el suyo es tan solo un ejemplo dentro de un mal sistémico. Son numerosas las mujeres que han denunciado casos de machismo y sexismo dentro y fuera de la industria del cine. Para Natalie Portman estos no solo se han materializado en la forma de acoso, sino que han influído en la forma que tiene de relacionarse con su trabajo.
En su charla en el Vulture Festival confesaba haber rechazado papeles a lo largo de su carrera. El miedo a cómo la juzgase la llevó a renunciar, en sus primeros pasos en el séptimo arte, a roles con escenas de besos o sexuales «para que no que me llamasen una Lolita, y cosas así». A día de hoy la intérprete se pregunta hasta qué punto «las mujeres que queremos defendernos de que nos vean así nos negamos a nosotras mismas».
La ganadora de un Óscar también quiso denunciar como la mayor parte de los puestos de trabajo en Hollywood están en mayoritariamente en manos masculinas, comenzando por los altos cargos. Para la actriz esto se traduce en una falta de complicidad en el set: «Eres a menudo la única mujer en la habitación». Portman se cuestiona también «hasta qué punto esto no es deliberado», de forma que resulte más difícil a las mujeres el apoyarse entre ellas.
Tras el caso Weinstein la actriz Alysa Milano invitó a otras mujeres a compartir sus experiencias bajo el lema #metoo. Una campaña hace diez años trató de poner en marcha la activista Tarana Burke. Burke, activista negra de Harlem, trató de animar a mujeres americanas de comunidades socialmente excluidas a apoyarse entre ellas relatando sus luchas contra el acoso. El alcance de la entonces campaña fue limitado, pero su objetivo puede enlazarse con el de Milano o la propia Natalie Portman. Todas quieren denunciar hasta qué punto el machismo sigue siendo endémico en nuestra sociedad.