El padre de un tripulante del submarino San Juan asegura que le dieron el pésame

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EITAN ABRAMOVICH | AFP

Su hijo,  Alejandro Damián, de 27 años, viajaba a bordo del submarino en un viaje de instrucción

24 nov 2017 . Actualizado a las 19:57 h.

Luis Tagliapietra, padre de uno de los 44 tripulantes del submarino argentino San Juan desaparecido hace más de una semana, aseguró este viernes que a pesar de que la Armada aún no habla oficialmente de muertos, a él le dieron el pésame. Tagliapietra, que es abogado penalista de profesión y cuyo hijo Alejandro Damián, de 27 años, viajaba a bordo del submarino en un viaje de instrucción, aseguró en la ciudad de Mar del Plata que el jueves estaba conduciendo hacia un canal de televisión en Buenos Aires cuando recibió una llamada teléfonica. «Me llama el capitán Fabián Rossi, el jefe directo de mi hijo, el único que me atendió siempre al teléfono, y me dice que lamentablemente se había confirmado la noticia de la noche anterior, el tema del famoso ruido, de la explosión, y que había sido confirmado que era el submarino», comentó el hombre en Mar del Plata, 400 kilómetros al sur de la capital. La desesperación de los familiares crece día a día después de que la Armada confirmara el jueves que se registró una explosión en el Atlántico Sur a pocas millas de la última posición que se tuvo del submarino militar. Sin embargo, la nave no pudo ser detectada aún y la suerte de los tripulantes sigue siendo incierta.

Según Tagliapietra, que convocó a los medios en una escollera cercana a la Base Naval de Mar del Plata donde se alojan algunos de los familiares de los tripulantes, le informaron que la explosión se había producido en una zona cercana al talud (vertiente rápida submarina que desciende desde el borde de la plataforma continental), que tiene entre 200 y 1.000 metros de profundidad. «(Me dijeron) que eso implicaba la imposibilidad de que hubiera supervivientes, con lo cual yo le pregunté si estaban todos muertos y...sí», se quebró.

De acuerdo con el relato de Tagliapietra, tras la comunicación telefónica se dirigió directo al aeropuerto y como el vuelo más próximo tardaba varias horas en salir se fue conduciendo hasta la Base Naval de Mar del Plata, donde funciona el Comando de la Fuerza de Submarinos (COFS) de Argentina hacia la cual se dirigía el submarino San Juan desde Ushuaia. «Acá fueron más cautos, me decían 'es lo que sabemos, vamos a seguir buscando hasta que aparezcan'», dijo sobre la reacción de la Armada al recibirlo en la base. Sin embargo, añadió que poco después el almirante Gabriel González, jefe de la base, le dio el pésame. «Paralelamente después me concedió dos minutos, me dio la mano y me dio su pésame, me habló en pasado. 'Fue un gran marino' (me dijo) y que lamentaba todo lo que pasó».

Preguntado en Buenos Aires acerca de las versiones que salieron la víspera desde la base, donde varios familiares daban ya a sus seres queridos por muertos, el portavoz de la Armada, Enrique Balbi, afirmó ante la prensa: «Tenemos que ser muy profesionales (...) Hasta que no podamos localizar el submarino, no podemos aventurar ninguna afirmación de un lado y el otro». Incluso el presidente argentino, Mauricio Macri, que se pronunció públicamente poco después, evitó hablar de muertes, aunque dedicó un «especial reconocimiento» a los 44 tripulantes del San Juan «por su patriotismo y valentía».