El voto de los abstencionistas será clave para el resultado de las catalanas

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo BAreño MADRID / LA VOZ

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JOSEP LAGO | Afp

El trasvase de sufragios entre independentistas y constitucionalistas es insignificante

27 nov 2017 . Actualizado a las 07:14 h.

La campaña de las elecciones catalanas del 21D promete ser una de las más intensas de la democracia, pero sus efectos reales en el trasvase de voto entre distintas fuerzas políticas, y en su traducción en el reparto de escaños, pueden acabar siendo mínimos. La polarización de la política catalana en dos frentes, uno independentista y otro constitucionalista, con Catalunya en Comú como única fuerza mixta, pero que puede ser decisiva, hace casi imposible que haya fugas de votos desde fuerzas secesionistas hacia el PP, PSC o Ciudadanos. Y lo mismo ocurre a la inversa. Hay todavía mucho voto indeciso, pero los que dudan lo hacen entre partidos del mismo bloque. De esa manera, y según reflejan desde hace meses los sondeos, la mayoría independentista seguirá estando en el filo, porque el escaso trasvase de sufragios se produce entre fuerzas de un mismo frente, lo que da una suma cero en términos de porcentaje de voto independentista o constitucionalista, aunque eso no tiene por qué ser igual en términos de reparto de escaños. 

Mayoría secesionista en el filo

La clave principal de estas elecciones va a estar, según la mayoría de los expertos, en la participación -que será difícil que supere por mucho la del 2015, que alcanzó el 74,95 %-, pero sobre todo en qué partidos atraigan un mayor porcentaje de entre aquellos votantes que tradicionalmente se quedaban en casa. Y, por ahora, esa clave favorece a Ciudadanos, PSC y PP, que según los sondeos atraen a más de un 65 % de los abstencionistas y también de los que votarán por primera vez porque en el 2015 no tenían 18 años. A más participación, por tanto, más voto constitucionalista. Son esos antiguos abstencionistas o nuevos votantes los que pueden decidir si en Cataluña hay mayoría independentista, y no los cambios en el sentido de voto de los que siempre van a las urnas.

En el bloque secesionista, hasta hace poco los sondeos indicaban que ERC se quedaba con la mayoría de los sufragios de antiguos votantes de Junts pel Sí y también atraía muchos más votos nuevos procedentes de la abstención que el PDECat, pero la lista con mayoría de independientes formada por Carles Puigdemont le ha permitido empezar a revertir esa tendencia, con lo que comienza a recortar la amplia distancia que le separaba del partido de Junqueras en las encuestas.

En el frente constitucionalista, el PSC era ya hace tiempo el que más voto abstencionista estaba atrayendo. Y esa tendencia está aumentando, lo que le permite acercarse a Ciudadanos a pesar de que el partido naranja es el que mayor fidelidad de voto tiene entre sus antiguos votantes y de que capta voto tanto del PSC como del PP. En todo caso, la previsión es que de aquí al 21D no se produzcan grandes cambios, por lo que la mayoría independentista seguirá en el filo.

«Ahora sí votaremos», lema de Ciudadanos

«Ahora sí votaremos». Ciudadanos ha dado la vuelta al lema «Votarem», utilizado por los secesionistas para reivindicar el referendo independentista, y convertirlo en el lema de su campaña electoral, que ayer fue presentada por su candidata, Inés Arrimadas. «Ahora sí que votaremos para tener un Gobierno de todos, un Gobierno que respete a todos los catalanes», dijo Arrimadas, que pidió al líder del PSC, Miquel Iceta, que no ponga «palos en las ruedas» y ayude a acabar con los Gobiernos independentistas.