Estado de excepción en Honduras para aplacar disturbios y saqueos

héctor estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

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JORDAN PERDOMO | Afp

El opositor Nasralla propone la repetición de las elecciones

03 dic 2017 . Actualizado a las 08:38 h.

Honduras se instala definitivamente en el caos. El Gobierno de Juan Orlando Hernández decidió el viernes por la tarde instaurar un estado de excepción, suspendiendo las garantías constitucionales y decretando un toque de queda nocturno, para intentar contener los fuertes disturbios registrados en el país como consecuencia del lento recuento de las presidenciales del pasado domingo y las denuncias de fraude. La orden tendrá una duración de diez y permitirá a las fuerzas armadas y a la policía «contrarrestar» la ola de violencia que se desató en el país restringiendo la circulación, según señaló Ebal Díaz, secretario ejecutivo del Consejo de Ministros.

El centro de las principales ciudades amaneció ayer con una tensa calma tras dos días de disturbios y violencia. Al menos siete personas han perdido la vida y decenas resultaron heridas, según los medios locales, en las protestas organizadas por los seguidores del candidato opositor, Salvador Nasralla, quien ha denunciado un fraude electoral y ayer propuso al Gobierno una repetición de los comicios para remediar la situación y que «todo retorne a la normalidad»

Las manifestaciones alcanzaron su punto más álgido en la tarde del viernes, cuando decenas de personas saqueaban negocios en el centro de las principales ciudades llevándose alimentos, ropas, todo tipo de electrodomésticos y hasta motos. Muchos delincuentes de uno de los países más peligroso del mundo habrían decidido aprovechar la situación para beneficiarse del desorden.

También fueron quemados varios bancos en el centro de San Pedro Sula, la ciudad más importante del norte del país. Los choques entre los manifestantes y las fuerzas armadas fueron constantes, y se desarrollaron entre barricadas.

El recuento de votos, mientras tanto, seguía paralizado al cierre de esta edición. Hernández, que se postula a una polémica reelección, validada por el Supremo pero prohibida por la Constitución, mantenía su ventaja de 46.641 votos y 1,40 puntos porcentuales sobre Nasralla, con el 94,31% de las mesas escrutadas. Restan por escrutarse los resultados de 1031 actas en las que el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que la oposición considera sometida al oficialismo, ha encontrado «inconsistencias».

Ese recuento se hará con la presencia de los fiscales de los partidos en contienda, y también de los observadores internacionales pero no se había iniciado al cierre de esta edición, porque Nasralla insistía en que se recontasen 5.200 actas en las que la oposición considera que hubo fraude.