El Supremo contrarresta la estrategia de defensa de Puigdemont en Bélgica

Francisco Balado Fontenla
fran balado MADRID / LA VOZ

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SERGIO PEREZ | reuters

Anula la orden de detención internacional, con la que podría escabullirse de dos delitos

06 dic 2017 . Actualizado a las 09:31 h.

El culebrón en el que se ha transformado la huida de Carles Puigdemont de la Justicia española sufrió ayer un giro inesperado con la retirada de la orden internacional de detención que pesaba sobre el expresidente catalán. El magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena asumió recientemente la causa por la que se investiga a los líderes independentistas por delitos de rebelión, sedición y malversación, por los que se enfrentan a más de 30 años de cárcel, y durante la revisión del caso ha estimado oportuno «dejar sin efecto las órdenes de detención emitidas» previamente por la Audiencia Nacional contra Puigdemont y los exconsejeros Antoni Comín, Lluís Puig, Meritxell Serret y Clara Ponsatí, los cuatro con los que se escapó a Bruselas tras haber impulsado la declaración de independencia de Cataluña aprobada por el Parlamento autonómico el pasado 27 de octubre.

¿Cuáles son los motivos que han llevado al Supremo a dar este volantazo? Según apuntan desde un prestigioso despacho de abogados madrileño especializado en derecho internacional se trata de «una jugada maestra» del juez Llarena para contrarrestar la estrategia de defensa emprendida por el expresidente catalán. Explican que se está cubriendo las espaldas para evitar que la Justicia belga solo extradite a Puigdemont y a sus exconsejeros por malversación, el más leve de los tres delitos a los que se enfrentan, pero el único que está tipificado en el Código Penal de ese país en el que se refugia.

La doble incriminación

Siguiendo el principio de doble incriminación, para la extradición de una persona de un país a otro por un delito, este debe estar recogido en ambos países. «La rebelión y la sedición no tienen un encaje claro en Bélgica, por lo que el juez podría admitir la extradición de Puigdemont a España solo de manera parcial». Si se diese este caso, entraría en juego otro principio bajo el que se rigen todas las extradiciones, el de especialidad, que viene a determinar que una persona que es enviada de un país a otro solo puede ser juzgada en su destino por los únicos delitos por los que fue requerido. Así, no se podría descartar un escenario en el que Puigdemont y sus exconsejeros solamente fueran juzgados en España por malversación, por lo que según el responsable de este despacho de abogados, que prefiere mantener el anonimato por tratarse de un tema directamente vinculado con la política, «en poco más de un mes estarían en la calle». Esta retirada de la euroorden no impide que en el mismo momento en el que Puigdemont y sus colaboradores pisen suelo español sean arrestados, y tengan que enfrentarse así a los tres delitos.

Esto enlaza con otro punto del auto dictado ayer por Llarena: la «plurisubjetividad» del caso, es decir, que los líderes secesionistas conforman un equipo organizado, por lo que, si los fugados solo son juzgados por malversación y los que se quedaron aquí también por sedición y rebelión, estos últimos se colocarían «en peor derecho» y «se dificultaría la respuesta homogénea».

La Fiscalía belga levanta las medidas cautelares al expresidente

La Fiscalía de Bruselas ha informado de que las medidas cautelares impuestas al expresidente Carles Puigdemont y a los cuatro exconsejeros fugados a Bélgica han sido suprimidas, tras recibir vía Eurojust la decisión del Tribunal Supremo de retirar las órdenes internacionales de detención y entrega. «Formalmente, hay que esperar la decisión del juez para dar por cerrado el caso, pero las medidas cautelares -entre ellas la prohibición de salir del territorio belga- se retiran de manera inmediata», ha explicado una portavoz de la Fiscalía.