¿Qué está pasando para que un solo bitcoin valga 16.000 euros?

José Sáez

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BENOIT TESSIER | Reuters

Los especuladores entran en el mercado de la moneda virtual: intuyen que puede ser el futuro de las finanzas

09 dic 2017 . Actualizado a las 08:53 h.

El precio de cada bitcoin ha crecido exponencialmente. Ayer mismo llegó a tocar los 19.000 dólares (más de 16.000 euros, a su canje actual). Es importante entender qué es exactamente lo que mueve el precio del bitcoin y lo que está pasando con este bum. Esta última subida, que la podemos entender desde los 6.000 dólares a los 19.000, viene dada por la especulación ante la posible entrada de capital institucional.

Comprar un bitcoin es relativamente sencillo para un inversor tradicional: existen varias casas de cambio por país y mercado que permiten ingresar euros u otras divisas para comprarlos. Sin embargo, los inversores institucionales (sobre todo fondos de inversión, pero también bancos, compañías de seguros o fondos de pensiones) lo han tenido muy complicado por falta de estabilidad regulatoria y de seguridad ante su inversión.

Esto está cambiando con la aprobación de un mercado de futuros sobre bitcoin por parte de CME y CBOE, dos de los organismos que proporcionan derivados a inversores profesionales. Con la creación de este mercado se abre la puerta a especular sobre el precio futuro del bitcoin sin necesidad de tener ninguno.

¿Pero qué se está comprando realmente? ¿Hay o no burbuja? Bitcoin (con mayúscula) es un protocolo de intercambio de valor (comparable al protocolo TCP/IP con el que transferimos información por Internet) no controlado por ningún Estado y que ha demostrado ser seguro en los últimos 8 años; ha habido robos de bitcoins a empresas y personas, pero Bitcoin, el protocolo, no ha fallado desde que tiene uso real.

Cuando alguien compra un bitcoin (con minúscula, el activo digital o criptomoneda que se utiliza como unidad de cambio dentro de la red Bitcoin) está comprando algo que tiene una utilidad clara: transferir valor más rápido y más eficientemente que con los métodos tradicionales. Si la compra es para utilizar esos bitcoin para, por ejemplo, hacer una transferencia internacional, la podemos considerar como un uso normal; y si suficiente gente quiere utilizar esta tecnología, el precio tenderá a subir.

Sin embargo, lo que vemos ahora tiene algún paralelismo con la burbuja de las Puntocom. Cuando estalló aquella, menos de la mitad de Estados Unidos no tenía Internet en su casa. Había mucha gente que estaba comprando acciones de compañías como Pets.com que no tenían un modelo de negocio probado y especulaban con una rápida adaptación de la sociedad a Internet.

Es difícil cuantificarlo, pero parece que una parte importante de los inversores en bitcoin no están interesados en usar la tecnología, sino en ser dueños de parte del protocolo (que nunca emitirá más de 21 millones de bitcoins) para cuando este sea más valioso. Están especulando con que, al igual que el protocolo TCP/IP fue el esqueleto sobre el que se construyó Internet, el protocolo Bitcoin sea el esqueleto de las finanzas digitales del futuro.

Todas las tecnologías disruptoras pasan por fases de manía en los mercados. Está claro que se está especulando con el uso que tendrá el protocolo en el futuro y habrá correcciones, pero una tecnología que permite transferir valor de manera segura, en 20 minutos en vez de en 3 días y sin depender de ningún banco ni Estado, no va a desaparecer fácilmente.

José Sáez dirige Switchain, comparador de precios entre criptomonedas. En Twitter  @jsaez