Las viudas con pensiones más bajas no cobrarán más pese a que su paga subirá el 15 % en dos años

g. Lemos REDACCIÓN

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NIGEL TREBLIN | AFP

El incremento se neutraliza por la bajada de los complementos

14 dic 2017 . Actualizado a las 08:25 h.

Con seis años de retraso sobre el calendario previsto inicialmente, el Gobierno presentó ayer el borrador del real decreto que regula la subida de más de un millón de pensiones de viudedad, que pasarán de suponer un 52 % de la base reguladora al 60 %, lo que implica un incremento de la paga del 15,38 %. Una mejora prevista en la reforma de las pensiones aprobada en el 2011 por el anterior Ejecutivo socialista y que debía haber entrado en vigor de forma progresiva a partir del año siguiente. Sin embargo, la crisis suspendió la aplicación de esta medida, que se saca del cajón ahora que la recuperación permite alguna alegría en las cuentas públicas.

Ese retraso acumulado obliga a realizar un esfuerzo adicional, concentrando en dos años la subida prevista para ocho. De esta forma, la memoria económica que acompaña el proyecto explica que las pensiones afectadas subirán un 1,92 % el próximo año y completarán la subida total (del 15,38 %) en el 2019.

Esta mejora no se aplicará a todos los perceptores de la pensión de viudedad. Está restringida a aquellos que superen los 65 años, no cobren otra pensión pública y no tengan ninguna renta adicional que les haga superar los umbrales de reconocimiento de la paga mínima. Con esos requisitos en la mano, el Gobierno estima que, de los 2.364.528 pensionistas que cobran por viudedad, serán 1.128.368 (algo menos del 48 %) los que se beneficien de la medida. La inmensa mayoría, un 98,6 %, mujeres.

Incluso cumpliendo con todas las condiciones exigidas, habrá muchas viudas que no noten la subida en su nómina mensual. Especialmente, las que cobran las pagas más bajas, aquellas que el Estado debe complementar para alcanzar la cuantía mínima. Porque, en ese caso, la subida de la base de la prestación se compensará con una reducción proporcional en los complementos, por lo que, en la práctica, no verán aumentada su paga, pese a recibir una subida de más del 15 %.

El impacto económico

Y no serán pocos los casos, ya que según las estadísticas de la Seguridad Social una de cada tres viudas cobran la pensión mínima, lo que rebajará sustancialmente la cifra de beneficiarias de la medida. Lo constata el Gobierno en sus cálculos sobre el impacto económico de la medida, que estima en 175 millones el año que viene y en 1.382 a partir del 2019, cuando se aplique la subida íntegra.

Ese será el importe que se destinará a la mejora de la base de la pensión, sin embargo el Estado ahorrará casi 494 millones porque pagará menos complementos a las pensiones más bajas. De esta forma, el coste total será de 888 millones, que solo mejorarán las prestaciones de las viudas que ya cobran una paga superior a la mínima.

Por eso, desde Comisiones Obreras aseguraron que la subida, pese a suponer una mejora, «no tendrá efectos prácticos para las pensiones más bajas, que, en muchas ocasiones, seguirán necesitando de un complemento a mínimos, si bien menor que el anterior. Esto significará un mayor gasto para la Seguridad Social», ya que aumentará la parte que se paga vía cotizaciones sociales (la base) y se reducirán los complementos a mínimos, financiados vía impuestos a través de los Presupuestos.

Desde el sindicato, que hace hincapié en que la subida no se aplicará de oficio, sino que habrá que solicitarla de forma individual, entienden que las medidas efectivas para mejorar el nivel de vida de los pensionistas «pasarían por incrementar las cuantías de las pagas mínimas hasta niveles de suficiencia y garantizar la revalorización de todas las pensiones para mantener su poder adquisitivo», amenazado por la subida de precios.