La jueza Pilar de Lara ordena el decomiso de un perro maltratado

La Voz REDACCIÓN

ACTUALIDAD

La jueza Pilar de Lara
La jueza Pilar de Lara ALBERTO LOPEZ

La magistrada del caso Aquagest actúa de oficio y el animal pasará a estar provisionalmente bajo los cuidados de la Sociedad Protectora de Animales de Lugo

16 dic 2017 . Actualizado a las 12:07 h.

En un auto, comunicado por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, la magistrada Pilar de Lara -responsable de la investigación del que caso Aquagest, la pieza separada del caso «Pokémon» en la que se investiga la presunta comisión de un delito de cohecho y de tráfico de influencias por parte del exalcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo- ha atribuido de forma temporal la «tenencia, cuidados, guarda y custodia» del ejemplar, llamado Yanko, a la sociedad protectora de animales lucense. En todo caso, no descarta «un régimen de acogida, que requerirá autorización», según informa la agencia Efe.

Esta decisión, ante la cual caben recursos, se sustenta en el hecho de que la jueza haya detectado «indicios de la posible comisión de un delito de abandono, sin perjuicio de que de constatarse un resultado lesivo podamos estar ante el delito más grave de maltrato animal». 

De este modo, alude a factores como falta de identificación, alimentación inexistente o inadecuada o condiciones higiénico-sanitarias no apropiadas. Sobre este último aspecto, subraya que «malvive en un colchón que más bien semeja un vertedero de basura, heces y excrementos».

Asimismo, De Lara censura su «asistencia veterinaria nula» al estimar que el perro «está lleno de pulgas» y que carece de vacunas o protección ante parásitos. También incide en que no ha sido remitido a revisión sanitaria pese a haber sufrido una caída a la vía pública.

Fue precisamente este suceso el que le llevó a actuar de oficio una vez que conoció la noticia a través de los medios de comunicación el pasado 24 de noviembre, cuando su juzgado permanecía en funciones de guardia.

A su entender, se ha propiciado un «aislamiento total del animal, confinado en el domicilio sin salir nunca a la calle ni socializarse con otros animales».

«Existe un riesgo grave y serio para la vida e integridad del perro de no adoptarse esta medida y permitir que continúe malviviendo en su hábitat y entorno», ha considerado. De esta forma, ha advertido de las consecuencias de «tener encerrado a un perro de naturaleza sociable durante al menos 5 meses»