El 11 de marzo se elige el Parlamento que designará un nuevo presidente, tras seis décadas de castrismo
07 ene 2018 . Actualizado a las 09:23 h.El 11 de marzo será la fecha que marque el inicio del fin de la «era Castro» en Cuba. Ese día se celebrarán las elecciones generales de las que saldrá el Parlamento cuya primera tarea será designar al sucesor de Raúl Castro.
El 2018 es año de elecciones decisivas en Latinoamérica que prometen traer vientos de cambio. Entre ellas está Cuba, pese a que su rígido sistema socialista de partido único (el PCC es el único legal) impide procesos electorales plurales y libres. Pero, por primera vez en seis décadas, el gobernante de la isla no llevará el apellido Castro.
Hay una gran expectación por saber quién sucederá al hermano del comandante Fidel y si la nueva generación podrá llevar a cabo reformas que traigan una apertura en la isla. A la espera de una confirmación oficial, el favorito es el vicepresidente primero, Miguel Díaz-Canel, de 57 años, partidario de seguir una línea continuista en el modelo socialista cubano. Díaz-Canel, que no pertenece a la generación histórica de la Revolución, fue designado número dos del Gobierno de Raúl Castro en el 2013, lo que para muchos lo señaló como el heredero del poder en un relevo que según lo previsto será institucionalizado y continuista.
Hasta el 2021
Aunque deje la presidencia, Castro seguirá siendo una figura relevante dentro de la política cubana ya que se mantendrá hasta el 2021 como el primer secretario del todopoderoso Partido Comunista, que controla todas las estructuras del poder.
El Consejo de Estado ha fijado para el 21 de enero la reunión extraordinaria en las Asambleas municipales del Poder Popular (ente semejante a un Ayuntamiento) para que nominen entre sus concejales a los candidatos a delegados provinciales y a diputados nacionales.
La fecha de inicio de la nueva legislatura estaba prevista para el 24 de febrero, pero en diciembre se retraso dos meses por los atrasos en el calendario electoral causados por el huracán Irma, que dejó pérdidas por más de 13.000 millones de dólares.
El nuevo Parlamento se constituirá el 19 de abril y será el encargado de proponer y votar a los principales cargos del Gobierno, entre ellos el presidente y vicepresidente. «Cuando la Asamblea Nacional se constituya habré concluido mi segundo y último mandato, y Cuba tendrá un nuevo presidente», aseguró el propio Castro el 21 de diciembre, en el último pleno del año.
El nuevo presidente tendrá importantes retos por delante, como sacar del estancamiento las reformas económicas que Raúl Castro emprendió en el 2010 para «actualizar» el modelo socialista de la isla, en especial, impulsar el desarrollo del incipiente sector privado, una de las principales demandas de la sociedad cubana.
En el plano exterior, tendrá que lidiar con la Administración Trump, que ha revertido el deshielo iniciado por Barack Obama.