La autopsia no libra al Chicle de poder ser condenado al máximo castigo penal

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO VIGO / LA VOZ

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Lavandeira jr | efe

Se analiza una prenda interior hallada ayer en la nave para saber si se relaciona con el caso

12 ene 2018 . Actualizado a las 17:19 h.

Incluso en el caso de que la autopsia no constate que hubo agresión sexual en el crimen de Diana Quer, esto no implica que su autor confeso, José Enrique Abuín Gey, el Chicle, no pueda ser condenado a la máxima pena si finalmente es considerado culpable. De sumarse la muerte dolosa de la joven y un delito contra la libertad sexual de la víctima, el resultado podría derivar en el máximo castigo penal: prisión permanente revisable. Dicha condena (introducida en el Código Penal en el año 2015) corresponde a la comisión de un asesinato si se acredita que este fue posterior a un delito contra la libertad sexual.

En el caso de Diana Quer, y a falta de conocer las conclusiones de los análisis forenses complementarios para determinar si hubo la citada agresión, los últimos autos judiciales recuerdan que el cuerpo de la víctima no tenía ropa. El juez señala este hecho como un indicio para formalizar la acusación, al considerarse probable la finalidad sexual y su ejecución al margen de las pruebas clínicas que se realicen. De considerarse acreditado sería un delito de agresión sexual (artículo 178 del Código Penal), con una pena de cárcel de 1 a 5 años de cárcel.Otra posibilidad, de constatarse que hubo acceso carnal, iría de los 6 a 12 años, pero es menos probable que se demuestre.

El peor escenario

El peor escenario para Abuín Gey implicaría que se acredite una violación con uso de armas u otros medios igualmente peligrosos y susceptibles de producir la muerte (de 12 a 15 años). Con respecto a esta parte del caso, y durante el registro realizado ayer en la nave de Asados, la Guardia Civil localizó una prenda de ropa interior que será analizada para saber si, mediante pruebas biológicas, tiene relación con el caso.

En relación con el crimen de Diana Quer, el Código Penal distingue entre homicidio y asesinato. El primero está castigado con la pena de 10 a 15 años de prisión, e incluso se puede imponer un castigo superior en grado que va de los 15 a los 22 años y 6 meses. El asesinato se castiga con una pena de 15 a 25 años y atendiendo a la autopsia de Diana Quer, que determinó la muerte de la joven por estrangulamiento, no se ha descartado. La diferencia fundamental entre ambas figuras, homicidio y asesinato, es que el asesinato exige que la muerte se haya cometido con alevosía, por dinero, ensañamiento, para facilitar la comisión de otro delito o evitar que se descubra.

El Código Penal no solo recoge penas privativas de libertad, sino que en los casos de homicidio y contra la libertad sexual se pueden imponer, como penas accesorias, la prohibición del derecho a residir o acudir al lugar en que cometiera el delito, así como de comunicarse con la familia de la víctima y de aproximarse a la familia de Diana, sus domicilios o los lugares frecuentados por ellos. También se podría imponer al Chicle una medida de libertad vigilada, que implicaría el cumplimiento por parte del autor confeso del crimen de diversas medidas, sometidas a control judicial, como participar en programas de educación sexual.

La familia de Diana Quer ratificó a media mañana de ayer el resultado de la autopsia: «La causa del fallecimiento de Diana fue el estrangulamiento». No se acredita pero tampoco se descarta la posible agresión sexual. Cuando se disponga de todos los resultados se emitirá un informe único y definitivo, añadió en un comunicado.

El abogado del asesino deja la defensa por falta de confianza con su cliente

José Ramón Sierra deja al Chicle. Después de muchas idas y venidas, de mucho sopesar las posibilidades de llevar a buen puerto su defensa (la estrategia pasaba por rebajar al máximo la condena), y de las consecuencias que puede implicar para su despacho y para él mismo en su vida personal, optó, junto a sus compañeros, por abandonar a José Enrique Abuín Gey. El motivo principal no es otro que el manifestado por el mismo letrado desde que apareció en escena. La autopsia no permite constatar la agresión sexual, pero sí descarta la versión que el autor confeso del crimen se sacó de la manga una vez detenido: que atropelló accidentalmente a Diana Quer. Ahí se rompió la confianza entre las partes, sobre todo tras lo vivido el lunes en Teixeiro, cuando Sierra y uno de sus socios visitaron a su cliente en la cárcel. Él mantuvo la coartada del atropello accidental sin saber que su abogado ya conocía el trabajo forense. La defendió con uñas y dientes y hasta reclamó nuevas pruebas periciales en el coche para apuntalar su delirio.

El rédito económico es otro argumento para dejar al Chicle. El abogado y la familia se reunieron esta semana para tratar la minuta, y el coste del despacho está por encima de las posibilidades de los padres del Chicle. El hecho de que dicha defensa implique mucha dedicación, y ante el riesgo de descuidar a otros representados, también pesó en la decisión final.

La mujer: «Soy inocente a pesar de mi primera declaración»

Rosario Rodríguez, mujer del Chicle y hasta hace unos días acusada de la desaparición de Diana Quer, hizo ayer unas declaraciones para el programa de Ana Rosa Quintana en Tele 5: «Claro que soy inocente, a pesar de mi primera declaración. Queremos volver a la normalidad lo antes posible, tengo una menor que proteger». Rosario Rodríguez fue grabada en el exterior de su casa haciendo tareas domésticas. De una de las hermanas del Chicle aseguró: «Si mi cuñada está cobrando por hablar de mis intimidades tendré que poner una denuncia».

Un cariñoso y emotivo último adiós

Los padres y la hermana de Diana Quer no se soltaron las manos en todo el trayecto desde el tanatorio a la tumba

fran balado

Al fin descansa en paz. El cadáver de Diana Quer recibió sepultura ayer en el cementerio de La Paz de Madrid tras más de un año desaparecida, víctima de un crimen que ha conmocionado a todo el país. Los restos de la joven madrileña, a la que se le perdió la pista el verano del 2016 en la localidad barbanzana de A Pobra do Caramiñal, llegaron al tanatorio en plena madrugada procedentes de Verín, en donde se le practicó la autopsia a cargo de la Unidad de Antropología Forense y en la que se determinó que falleció estrangulada.

Juan Carlos Quer, el padre de la joven, llegó unos minutos después de las nueve de la mañana. Alrededor de una hora más tarde lo hizo su madre, Diana López-Pinel. Juntos atendieron a las innumerables visitas de familiares, amigos y conocidos que se acercaron hasta la capilla ardiente instalada en la sala 17 de este macrocomplejo funerario protegido por unas extraordinarias medidas de seguridad desempeñadas en equipo por una patrulla policial, empleados de la empresa y tres trabajadores de una compañía de seguridad privada contratados para la ocasión por la familia.

Durante toda la mañana el goteo de visitas fue constante. Coches de alta gama, buenas prendas de abrigo para protegerse del frío y gafas de sol para protegerse de la gélida y reluciente jornada que vivió ayer Madrid, y también para disimular unos rostros castigados después de haber soltado tantas lágrimas a lo largo de las dos últimas semanas.

El velatorio concluyó sobre las 15 horas, momento en el que se trasladó el cadáver a la capilla que hay dentro del tanatorio, en donde se ofició un sentido funeral en el que participaron más de un centenar de personas. Mientras, los operarios del cementerio contiguo a este complejo ubicado en la localidad madrileña de Alcobendas, a medio camino entre la capital y Colmenar Viejo, acondicionaban los últimos detalles del sepulcro.

A la conclusión de la ceremonia se abrió una puerta del tanatorio por la que salió el ataúd acompañado de las voces del coro que participaron en la misa. Fuera aguardaba un coche fúnebre repleto de coronas de flores y con el maletero abierto. En su interior se introdujo el féretro junto a dos pequeños ositos de peluche.

Gran comitiva hasta la tumba

De inmediato salieron por la misma puerta todos los familiares, amigos y allegados, que se situaron detrás del vehículo para formar una comitiva de al menos un centenar de personas que acompañaron a los restos de Diana Quer hasta su tumba, situada tan solo a 300 metros en un diáfano camposanto, totalmente verde, con un césped cuidado al mínimo detalle. Recuerda al cementerio americano de Normandía, el lugar en el que descansan los restos de tantos soldados caídos durante el desembarco de la Segunda Guerra Mundial que cambió el signo de la Historia.

En primera fila, tras el coche fúnebre, marcharon los familiares más cercanos. La mano derecha de Juan Carlos Quer agarraba con cariño la de su hija Valeria, mientras su mano izquierda hacía lo mismo con la de su exmujer Diana. A lo largo de todo el trayecto no se soltaron ni un solo instante.

La familia de la joven agradece el comportamiento del pueblo gallego

En el día en el que enterraron a su hija, los padres de Diana Quer hicieron público un comunicado en el que mostraron su agradecimiento por todo el apoyo recibido a tantas personas que los han «acompañado en estos largos y tristes meses», con una mención especial para las fuerzas de seguridad, por trabajar «sin descanso en la búsqueda de Diana», así como a todos los ciudadanos «que intentaron contribuir con su ayuda» a la localización de su hija, «especialmente en Galicia», recordando las numerosas movilizaciones que se produjeron el pasado año en la comarca de Barbanza para participar en las batidas en busca de pistas para localizar el paradero de Diana. «Gracias por los miles de muestras de afecto», reza el comunicado.

«Nunca te olvidaremos»

Junto a estas palabras de reconocimiento, los Quer López-Pinel también quisieron trasladar toda su solidaridad a «las familias de los desaparecidos que aún no han encontrado a sus seres queridos». «Sentimos su dolor y deseamos de corazón que puedan reencontrarse pronto con ellos. Hoy nuestra preciosa Diana descansa finalmente en paz. Solo mitiga en algo nuestro dolor pensar que su vida pueda servir para evitar que otras familias sufran tanto como nosotros», dicen en el comunicado.

La carta concluye con unas palabras de cariño a su hija: «Nunca te olvidaremos, Diana».