La familia de la joven, asesinada en el 2002, reclama que se reabra el caso al ver coincidencias con el «modus operandi» del Chicle
16 ene 2018 . Actualizado a las 07:58 h.El comisario jefe de Vigo, Manuel Teijeiro, manifestó ayer que siguen investigando el caso de Déborah Fernández, la viguesa de 22 años que desapareció en el 2002 y cuyo cadáver apareció diez días después en una cuneta. La familia de la joven reclama que se coteje con el caso Diana Quer, porque ha visto coincidencias con el modus operandi del Chicle. Consideran que hay un mismo perfil de víctima: ambas murieron asfixiadas o por sofoco y los dos cadáveres fueron conservados en un lugar lóbrego o frío durante días.
En este contexto, tanto la subdelegada del Gobierno de Pontevedra, Ana Ortiz, como el comisario jefe de Vigo se limitaron a señalar que siguen investigando. A mayores, Teijeiro recalcó: «Jamás, nunca hemos dejado de investigar un caso».
La familia de Déborah cree que si se cotejan ambos casos podría saltar alguna coincidencia que desenmascare a la última persona que estuvo con la joven. Y si queda descartado el Chicle, quizás durante la revisión salga a la luz quién fue el autor. Los allegados de la viguesa tienen previsto presentar a lo largo de esta semana un escrito en el juzgado de Tui para que se reabra la investigación archivada en el 2010. En su día, la magistrada no vio claras las causas de la muerte, quizás natural. Quedó sin resolverse el enigma de quién guardó el cadáver diez días y lo devolvió en O Rosal. Los padres y la hermana de Déborah están revisando todo el sumario para buscar contradicciones o incongruencias en las pruebas obtenidas entonces para justificar ahora la reapertura del expediente.
La Policía Nacional guarda discreción sobre las actuaciones que están haciendo en torno al caso Déborah. Teijeiro habló en Vigo tras la condecoración a policías de los incendios y a 20 jubilados.