Trump torpedea el plan republicano para evitar hoy el cierre del Gobierno

adriana rey NUEVA YORK / CORRESPONSAL

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Ron Sachs | DPA

Desautorizó a su jefe de gabinete y volvió a decir que México pagará el muro

19 ene 2018 . Actualizado a las 07:11 h.

Donald Trump volvió a ser ayer su peor enemigo. Mientras los líderes republicanos avanzaban en una negociación con los demócratas para poder votar una extensión del presupuesto del Gobierno de Estados Unidos, el presidente volvió a echar por tierra los intentos de su propio partido al no hacer más que sumar confusión a su estrategia. La bancada republicana intentó vincular la extensión presupuestaria de 30 días a una ampliación del Programa de Seguridad Médico para Niños (CHIP, por sus siglas en inglés), en un gesto que invitaba a los demócratas a votar que sí para evitar el cierre de Gobierno, cuyo límite es la medianoche de hoy. Sería muy difícil explicar un voto en contra de la salud de los más pequeños, pensarían al elaborar la trama. Pero Trump, como verso suelto, utilizó Twitter para torpedear las negociaciones de Capitol Hill. «¡CHIP debe ser parte de una solución a largo plazo, no una extensión de 30 días o corto plazo!».

Guiño a las Fuerzas Armadas

Al mensaje del presidente se le sumaron las dudas de algunos senadores republicanos. «No tenemos un socio de confianza en la Casa Blanca con quien negociar», cargó sin mesura el senador republicano Lindsey Graham desde el Capitolio. En un intento de enmendar el error, el presidente estadounidense se presentó ayer en el Pentágono para mostrar su apoyo al secretario del Departamento de Defensa, ya que en un hipotético cierre de Gobierno se congelarían los gastos operativos de las Fuerzas Armadas. «Lo peor se lo llevarían ellos [el Ejército]», advirtió Trump.

Si hoy se confirma el cierre de Gobierno, todo el personal militar dejaría de recibir su salario y las empresas proveedoras tampoco recibirían los pagos debidos.

El gran problema para los demócratas, sin embargo, sigue siendo que no hay encima de la mesa una solución para los dreamers (soñadores): los beneficiarios del programa DACA, que protege a los jóvenes que en los noventa llegaron ilegalmente a EE.UU. Su futuro fue utilizado por el presidente como moneda de cambio para conseguir financiación para la construcción del muro fronterizo con México.

«El muro es el muro, nunca ha cambiado o evolucionado desde el primer día en el que lo proyecté», zanjó ayer el neoyorquino tras contradecir a su jefe de gabinete, John Kelly, que horas antes había sugerido que el magnate había evolucionado en algunos aspectos, y el muro era uno de ellos. Kelly sostuvo además que México no iba a financiarlo, algo que también Trump desmintió rápidamente en su cuenta de Twitter asegurando que el país vecino pagará el muro «directa o indirectamente (...) porque tiene un descabellado superávit comercial con los Estados Unidos de 71.000 millones de dólares»».

El último teatro del magnate: los «Fake News Awards»

La prensa se revuelve ante la impertinencia de estos premios y le recuerdan sus 2.000 declaraciones falsas

a. r.

Tras semanas de expectación, Donald Trump desveló el miércoles los ganadores de los insólitos Fake News Awards, o lo que es lo mismo, los premios a las noticias falsas del 2017. Fue así la manera que utilizó el presidente de EE.UU. para confirmar la guerra abierta que tiene contra la prensa desde que en la campaña presidencial calificase a los medios como «el enemigo público número uno»

«Y los ganadores de las premios a las noticias falsas son...», escribió Trump en Twitter. Acompañando al texto, el lector pudo acceder a un enlace de la página web del Comité Nacional Republicano donde figuraba un listado de los diez galardonados.

El primer premio se lo llevó el economista y premio Nobel Paul Krugman, que escribió en The New York Times sobre las repercusiones económicas de la victoria del republicano. En su columna, Krugman aseguró que la economía nunca se recuperaría del paso del magnate por la Casa Blanca. El segundo puesto lo ocupó la cadena ABC News, por una información del reportero Brian Ross en la que sostuvo que el exasesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, iba a declarar que el presidente le ordenó contactar con el Kremlin. El tercer lugar de los controvertidos galardones inventados por el neoyorquino se lo llevó la CNN tras una información en la que afirmó que Trump y su primogénito, Don Jr., tuvieron acceso a los documentos que Wikileaks hackeó.

Los medios, aludidos o no, salieron en defensa de los protagonistas de este teatrillo. The Washington Post, sin ir más lejos, recordó que tras más de 2.000 declaraciones falsas o engañosas en un año de presidencia, todavía no se ha escuchado a Trump entonar nunca el mea culpa. Todo lo contrario a los medios que el magnate ofende. En el caso de Krugman, el propio economista se retractó asegurando que con el magnate «podría haber un breve» refuerzo económico. ABC News no solo se corrigió, sino que suspendió a Ross por el «grave error cometido», igual que CNN.