España ganará cinco escaños en el Parlamento Europeo tras el «brexit»

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

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PATRICK SEEGER | EFE

Al menos 27 asientos se reservarán a los eurodiputados elegidos en listas transnacionales

24 ene 2018 . Actualizado a las 07:02 h.

No se equivocaban quienes decían que el brexit sería un eurodrama, pero también una oportunidad si se sabían jugar bien las cartas. Y eso es lo que han hecho los 27 al repartirse el pastel que dejarán los británicos en la Eurocámara cuando se consume el divorcio. Su salida dejará 73 escaños vacíos tras las elecciones europeas del 2019 y su Comisión de Asuntos Constitucionales no ha querido esperar a la fecha para acordar una clave de reparto de las sillas entre los países de la UE más «infrarrepresentados». A la cabeza está España. La delegación, que hoy cuenta con 54 escaños, pasará a tener 59. «Con este nuevo reparto, España gana peso político e influencia en la toma de decisiones en Europa, algo que le corresponde por su peso demográfico y económico», subrayó el líder de los populares españoles en la Eurocámara, Esteban González Pons, antes de celebrar el apoyo de los socialdemócratas y liberales. «Nos ayudará a recuperar la visibilidad que habíamos perdido», aplaudió el socialista Ramón Jáuregui

Francia es otra de las grandes beneficiadas. Sus filas ganarán otros cinco escaños, hasta los 79. A Italia y Holanda se les asignarán tres. Solo dos a Irlanda y uno a Croacia, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Polonia, Rumanía, Eslovaquia, Estonia y Austria. La todopoderosa Alemania conservará sus 96 asientos.

¿A dónde irán a parar los 46 escaños restantes? Por el momento se mantendrán en la reserva para futuras ampliaciones de la UE o para formar listas transnacionales de eurodiputados. El adelgazamiento del hemiciclo mejorará, según sus defensores, la agilidad en la toma de decisiones. ¿Notará el Parlamento Europeo los cambios? De los 751 eurodiputados se pasará a 705 tras el brexit. No es una cifra notable, pero la ausencia británica afectará a todos los dosieres. Por delante todavía quedan plazos por vencer. El primer paso es contar con la luz verde del pleno del Parlamento. Sin el Reino Unido, la UE está obligada a recuperar el pulso integrador si no quiere que el proyecto político desfallezca. Lo entendieron bien el presidente francés, Emmanuel Macron, y el de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, quienes empujaron con fuerza en los últimos meses para sacar adelante las denominadas «listas transnacionales», aprobadas ayer en el PE. La idea de permitir que los ciudadanos elijan a 27 eurodiputados a través de listas paneuropeas ha calado entre la mayoría de las fuerzas políticas de la Eurocámara que lo ven como una oportunidad de «revitalizar» la participación y entusiasmo de los europeos. Solo los populares mostraron sus reservas por los cambios legislativos que implicaría de cara a los próximos comicios europeos. La futura presidencia de la Comisión Europea es harina de otro costal. El Ejecutivo comunitario y el PE defienden el formato spitzenkandidat que consiste en que los diputados escojan su candidatura favorita entre las presentadas por los partidos. Pero el Consejo quiere tener la última palabra.