Rajoy dice que un «señor fugado» no puede ser presidente y celebra la resolución del Constitucional

La Voz N. V. MADRID / COLPISA

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Sáenz de Santamaría niega sentirse cuestionada por su estrategia jurídica

30 ene 2018 . Actualizado a las 07:27 h.

En el Gobierno dan por superado el abismo que se abrió el jueves a sus pies cuando el Consejo de Estado cuestionó la oportunidad de recurrir la candidatura de Carles Puigdemont. Las aguas han vuelto a la calma en la Moncloa tras la resolución de «urgencia» del Tribunal Constitucional, que exige al expresidente de la Generalitat la autorización del juez para poder acudir a su investidura.

Mariano Rajoy celebró ayer que derecho y política respondan «al sentido común». «Un señor fugado de la Justicia, pues evidentemente no puede ser presidente de nada», afirmó ayer Rajoy en la cadena Cope, donde calificó de reconfortante el pronunciamiento del Tribunal Constitucional.

Pero aún queda la resaca de las horas en las que cargos del PP apuntaron a Soraya Sáenz de Santamaría como responsable de una estrategia judicial arriesgada. Fue la vicepresidenta quien trasladó la semana pasada la decisión del Ejecutivo de impugnar la candidatura de Puigdemont de manera preventiva. El revés del Consejo de Estado se vivió con estupefacción en el PP, donde hay quien no comprende que no se tuviera «atado y bien atado». Aun así, Sáenz de Santamaría rechazó ayer sentirse cuestionada. «En absoluto, yo creo que en el Gobierno nos sentimos satisfechos todos los días de cumplir con nuestra obligación. Gobernar es pensar primero en el futuro de tu país y, luego, en el tuyo», se defendió la número dos de Rajoy, que no aclaró si el fin de semana el Ejecutivo mantuvo contactos con el Tribunal Constitucional para abordar la situación.

No es la primera vez que voces del partido conservador ponen en duda, aún en privado, las actuaciones de la vicepresidenta. La infructuosa operación diálogo con la Generalitat, primero, y el manejo del referendo ilegal del 1 de octubre, después, ya despertaron críticas en las filas populares. El movimiento ante el Tribunal Constitucional ha evitado el mal mayor, argumentan en la Moncloa, de que Puigdemont sea investido. Fuentes del Ejecutivo señalan que habría sido peor haber tenido que recurrir a posteriori la votación del Parlamento catalán.