El via crucis de Duro Felguera en bolsa

Luis Fernández
Luis Fernández REDACCIÓN

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La sede de Duro Felguera.La sede de Duro Felguera
La sede de Duro Felguera

La cotización de la empresa asturiana, que llegó a subir en enero un 54% respecto al cierre del año pasado, vuelve a tocar mínimos

16 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Duro Felguera no levanta cabeza en bolsa. Después de unas esperanzadoras primeras sesiones de año, en las que la cotización de la empresa asturiana llegó a subir un 54% respecto al cierre del ejercicio anterior, el valor de las acciones vuelve a situarse en mínimos. Al cierre del mercado de ayer, cada participación valía 0,35 euros, solo dos céntimos más que los 0,33 con los que acabó 2017. Esto supone un valor bursátil de poco más de 56 millones. La renegociación de la deuda, la entrada de nuevos socios -con Blas Herrero como cabeza visible- y los malos resultados del pasado ejercicio influyen negativamente en la cotización de la multinacional.

El año pasado fue el del hundimiento de Duro Felguera en bolsa. El valor de cada acción en enero de 2017 era de 1,19 euros, pero a medida que la crisis financiera se agravaba, el precio de cada participación bajaba. A comienzos de este año, y después de la prórroga del acuerdo de espera con la banca, parecía que había tocado fondo. La salida del anterior presidente, Ángel Antonio del Valle, unido a los rumores de una posible entrada de nuevos socios y a los avances en la negociación bancaria animaron el mercado y la subida en bolsa fue importante. En un solo día (9 de enero), su valor se incrementó el 41%. Con las subidas de las siguientes sesiones, el crecimiento acumulado llegó a ser del 54%.

Pero todo fue un espejismo. Día a día, las participaciones han perdido valor de forma lenta pero constante hasta llegar al nivel de ayer. La cotización de las acciones está a solo dos céntimos de igual el valor con el que cerró 2017.

Pérdidas en 2017

Duro Felguera todavía no ha presentado sus cuentas del año pasado -lo hará el último día de mes- pero a falta del cierre definitivo, las pérdidas serán millonarias. Según publica el periódico Expansión, los números rojos del 2017 supondrán un récord negativo para la compañía, ya que se elevarán hasta los 170 millones. En 2016, la empresa asturiana ya tuvo pérdidas, aunque las cifras poco tienen que ver. Ese ejercicio el resultado negativo fue de 18,2 millones.

El incremento de las pérdidas se debe fundamentalmente a las provisiones y dotaciones por proyectos y arbitrajes que la compañía considera de dudoso cobro. Duro Felguera tiene abiertos varios procesos de arbitraje, aunque existen dudas respecto a si alguno finalizará a corto plazo. La empresa tiene en juego 200 millones, por lo que el riesgo de pérdida de esos procesos amenaza el ya de por sí complicado futuro de la ingeniería. La empresa también tiene problemas para cobrar uno de los proyectos realizados en Venezuela y a finales del año pasado reconoció el deterioro adicional de 32 millones por dificultades en tres proyectos.

Expectativas de futuro

Con todo, y a pesar de las dificultades, Acacio Rodríguez, nuevo presidente de la empresa desde noviembre, trabaja junto al resto de responsables de la compañía en varios frentes para conseguir la supervivencia de Duro. La solución pasa por la renegociación de la deuda y la entrada de un nuevo grupo de inversores. Las dos vías están relacionadas y condicionadas. 

Según diversas fuentes, un grupo encabezado por el empresario asturiano Blas Herrero estaría dispuesto a aportar 100 millones, siempre y cuando la banca condonase parte de la deuda, que asciende a algo más de 350 millones, y concediese avales que supongan un balón de oxígeno para las cuentas de la sociedad. Con su entrada, los nuevos socios aspiran a controlar el 51% del capital de la empresa, mientras que los bancos se quedarían con el 44% y el peso de los actuales socios bajaría hasta el 5%.

Duro Felguera tiene otro frente abierto. La ingeniería asturiana ITK, empresa quebrada, solicitó hace dos semanas el concurso necesario de acreedores de Duro por una deuda. La reacción de la multinacional fue inmediata, ya que ese mismo día envió una comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en la que aseguraba que no tenía ninguna deuda con esa empresa y que en junio 2016 una de sus filiales rechazó, mediante buro-fax, una factura de la citada ingeniería «por importe de 46.857,25 euros, dado que ITK, subcontratista de Duro Felguera Operaciones y Montajes, había incurrido en penalizaciones contractuales que superaban ese importe».