La casilla del castellano acelera las prisas de los independentistas por formar gobierno en Cataluña

La Voz / Agencias

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Toni Albir

El partido de Puigdemont le insta a ceder el paso. El portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà, ya clama: «¡Gobierno ya!»

16 feb 2018 . Actualizado a las 14:04 h.

La iniciativa que estudia el Gobierno -Rajoy reconoce que ya está sobre la mesa del ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo-  para introducir cambios en el proceso de matriculación para el próximo curso escolar en Cataluña y permitir el uso del castellano como lengua vehicular en la enseñanza, ha servido de argumento a los partidos soberanistas para intentar cerrar filas en medio de sus disputas sobre el proceso de investidura. El PDECat y ERC ya urgen a pactar un Ejecutivo en Cataluña para impedir que Rajoy pueda hacer cambios en la educación catalana aprovechando su control de la Administración autonómica por la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

Esta mañana, la presidenta del PDECat y exconsellera, Neus Munté, ha remarcado que es «imprescindible» formar un Govern de la Generalitat «lo antes posible» para frenar el «ataque en toda regla» que a su juicio quiere perpetrar el Gobierno central. Para la dirigente del PDECat el planteamiento del Ministerio de Educación supone una «amenaza real».

Para evitar estos efectos, ha subrayado que «es imprescindible conformar lo antes posible un Govern» desde la mayoría independentista del Parlament, porque en estos momentos Cataluña, ha remarcado, está gobernada por un partido, el PP, «con cuatro diputados» en la cámara catalana.

Munté, que preside el PDECat desde la marcha de Artur Mas, ha remarcado que no se puede aceptar «esta intromisión en el sistema por más que haya un 155 tristemente en vigor», pues ha recordado que la inmersión lingüística está avalada por la Ley de Educación de Cataluña (LEC) que fue aprobada por una «mayoría amplísima» del Parlament en el 2009.

En este sentido, Neus Munté ha invitado al PSC, que tuvo un papel «muy importante» en la redacción y aprobación de la LEC, a que salga en defensa del modelo educativo catalán «sin ningún tipo de matiz».

Anoche se expresó en términos parecidos, y con la misma contundencia, el portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Joan Tardà, quien, además de criticar al Gobierno por «dinamitar la inmersión lingüística» en Cataluña, admite la «irresponsabilidad» de los partidos independentistas por no alcanzar un acuerdo para investir a un presidente autonómico que ponga fin a la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

«Si el Gobierno aprovecha el 155 para dinamitar la inmersión lingüística se hará evidente su mala fe y voluntad de continuar haciendo daño a Cataluña, así como nuestra irresponsabilidad de no haber formado todavía un gobierno republicano tal como nos mandató la ciudadanía el 21-D», ha escrito el diputado catalán en su cuenta de Twitter. «¡Gobierno ya!», ha incidido.

Para Puigdemont, el Gobierno «intenta dividir a los alumnos catalanes por su lengua»

Carles Puigdemont también se ha pronunciado en Twitter sobre esta posibilidad. Opina que con ello el Gobierno «intenta dividir a los alumnos catalanes por su lengua». En un mensaje en su cuenta de Twitter, Puigdemont ha escrito: «Mientras el Estado sobrealimenta con la mano derecha el nacionalismo español e intenta dividir a los alumnos catalanes por su lengua, con la mano izquierda esconde como 'secreto de estado' todas las informaciones sobre el imán de Ripoll».

«Pero el catalán resistirá. Y la verdad se impondrá», concluye en su mensaje Puigdemont, que acompaña con la reproducción de otros tuits, entre ellos uno de ayer del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el que señala: «comparto con Societat Civil Catalana el anhelo por fomentar la cohesión y la convivencia entre los ciudadanos en Cataluña».

El PSOE se desmarca 

El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, advirtió ayer al Ejecutivo de Mariano Rajoy que la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña debería limitarse a garantizar la prestación de servicios y a asuntos relativos al funcionamiento ordinario de la administración.

El «número dos» del PSOE ha rechazado así la iniciativa que estudia el Gobierno para que los impresos de preinscripción de la matrícula en los colegios e institutos catalanes incluyan una casilla de opción lingüística.

«La aplicación del 155 debe mantenerse exclusivamente en la prestación de los servicios y en el funcionamiento ordinario de la administración. No cabe aprovechar eso para elaborar políticas», ha incidido el dirigente socialista en declaraciones a una emisora de radio.

En este sentido, ha subrayado que incluso cuando se aprobó la aplicación del 155 en Cataluña el Gobierno admitió que tenía una vocación «temporal» y ha recalcado que lo que urge acabar con la situación de bloqueo en la formación de Gobierno en Cataluña -hay que poner el énfasis en esta cuestión- que es «el que tiene que enfocar estas cuestiones».

En cualquier caso, ha defendido que se debe garantizar el derecho a usar tanto el castellano como el catalán, aunque ha declinado indicar cómo se tiene que instrumentar para lograrlo. «No se trata de desterrar ninguna lengua, ni el castellano ni el catalán. Respeto el derecho a usar ambas lenguas», ha indicado Ábalos, quien ha admitido que desde el Ejecutivo no les habían comunicado que estaban estudiando esta iniciativa.

¿En qué consistirían las medidas del Gobierno?

Los independentistas están en alerta después de que el Gobierno anunciara que podría tomar medidas en Cataluña en el sector educativo y en la función pública, al amparo del 155. Entre otras, está sobre la mesa incluir en los impresos de preinscripción escolar una casilla de opción lingüística para que las familias puedan elegir entre educar en catalán o en castellano. Supondría, de hecho, la eliminación del modelo de inmersión lingüística, la joya de la corona del catalanismo.

Desde el Gobierno, se argumentó que la medida está en estudio y responde a una petición de Sociedad Civil Catalana y el sindicato de profesores Ames. En cambio, otras numerosas organizaciones del sector educativo, organizaciones culturales, incluida Òmnium, los partidos soberanistas, pero también la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el PSC se mostraron en contra de que se toque el modelo de inmersión lingüística.