El joven de 16 años ha sido encontrado muerto en Ondarroa tras batallar por un tratamiento hormonal que no llegó
16 feb 2018 . Actualizado a las 14:05 h.Ekai, un adolescente transexual de 16 años, ha sido encontrado muerto por su familia en su domicilio de Ondarroa, Vizcaya. «Estaba al límite y cuando llegó la adolescencia no pudo soportarlo» al no haber conseguido un tratamiento hormonal que frenase su desarrollo, denuncia la organización Chrysallis Euskal Herria, según informa El Correo.
El menor estaba siendo sometido a seguimiento en la Unidad de Género del Hospital de Cruces pero aún no había conseguido un tratamiento hormonal. «El protocolo es muy estricto y está condicionado por el dictamen de médicos y psiquiatras. Normalmente, se autoriza a partir de los 16 años pero para Ekai ya llega tarde», dice Chrysallis Euskal Herria según recoge El Correo.
La asociación también denuncia que nunca llegó la formación que responsables del Gobierno vasco habían prometido dar a docentes, personal y alumnos del centro escolar donde estudiaba Ekai para evitar humillaciones y malentendidos.
Ekai prestó su testimonio en un programa de La Sexta. «Explicar a todo el mundo que tus documentos están mal te hace pasar malos ratos», contó entonces.
En el artículo «Con el corazón roto», Chrysallis Euskal Herria recuerda las muchas batallas que Ekai enfrentó a lo largo de sus 16 años de vida. «Batalla por lograr el cambio de nombre en el registro; batalla por recibir en la 'unidad de género' de Cruces el tratamiento hormonal que necesitaba y que nunca llegó; batalla por conseguir que en su instituto se realizara la formación para que la comunidad escolar pudiese comprender su realidad y así poder respetarla, y que no se hizo… un cúmulo de batallas cotidianas. Demasiadas para un adolescente, en este caso» recuerda.
«Esta batalla la hemos perdido como sociedad y a Ekai nadie puede devolverle ya la vida», concluye la organización que asegura que seguirán luchando por otros chicos y chicas.
«Por aquellos chicos y chicas que siguen esperando a recibir en el Hospital de Cruces el tratamiento que necesitan. Por aquellas chicas y chicos a quienes han denegado el cambio de nombre. Por todas esas niñas, niños y jóvenes a quienes se les está negando una y otra vez su identidad. Por los que vendrán detrás. Por una ley que les proteja», dice Chrysallis Euskal Herria.
