Al Asad machaca un bastión rebelde y deja más de 250 muertos

Rosa Paíno
Rosa paíno REDACCIÓN / LA VOZ

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HAMZA AL-AJWEH | afp

Turquía bombardea a las tropas sirias llegadas a Afrin en apoyo de los kurdos

21 feb 2018 . Actualizado a las 07:33 h.

Guta Oriental sufre la misma suerte que Alepo. La aviación y la artillería de Bachar al Asad y su aliado ruso machaca sin descanso a este bastión opositor de la periferia rural de Damasco. Las cifras de víctimas dan cuenta de ello: más de 250 muertos en dos días. Entre ellos unos 60 niños y adolescentes. Unicef se quedó «sin palabras» para describir el sufrimiento de los menores y ayer optó por publicar un comunicado en blanco. «No es una guerra. Es una masacre», declaraba un médico al diario The Guardian. «Si en los años 90 fue Srebrenica, y en los 80 Sabra y Shatila, la de Guta es la masacre del siglo XXI», sentenció.

Desde hace días, los cascos blancos no dan abasto sacando a mujeres y niños de los escombros de sus casas. Los hospitales tampoco se han librado, siete han sido bombardeados. El de Arbin incluso dos veces por aparatos rusos, según los activistas.

Es la misma táctica que la utilizada en Alepo. Bombardeos intensivos que dejan a la región sumida en ruinas y muerte para minar la moral de sus habitantes, antes de un inminente ataque terrestre. Guta, que un día fue el granero de Damasco, es el último lugar donde resisten los opositores, después de sufrir un duro cerco e incluso ataques con gas sarín (que en el 2013 dejaron 1.300 muertos).

Más al norte, la guerra siria ha dado un peligroso giro. La ofensiva turca contra el enclave kurdo de Afrin ha terminado por convertirse en una confrontación directa entre Ankara y Damasco, con resultado impredecible. Turquía cumplió ayer su amenaza y respondió con ataques aéreos y de artillería la entrada de milicias aliadas del régimen de Bachar al Asad en Afrin en ayuda de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG).

Pocas horas antes, el presidente Recep Tayyip Erdogan se vanagloriaba de haber detenido el despliegue de fuerzas leales a Damasco en la región de Afrin tras telefonear a Vladimir Putin, el principal valedor del régimen sirio. Anunció además la intención del Ejército turco de sitiar Afrin. «En los próximos días» quedará rodeado el centro de la ciudad, aseguró Erdogan ante miembros de su partido islamista AKP en Ankara. «De esa forma se bloqueará la ayuda desde el exterior y la organización terrorista [como se refiere a las YPG] no tendrá la posibilidad de comerciar con nadie». Las tropas del presidente sirio se retiraron de la mayor parte del norte de Siria en el 2012, cuando las protestas se convirtieron en una guerra.