Los fondos de inversión ya manejan los hilos de las grandes energéticas del país

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

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ALBERTO LÓPEZ

CVC se hace con el 20 % de Fenosa y solo se salvan del control foráneo Repsol y REE

23 feb 2018 . Actualizado a las 07:14 h.

Gas Natural Fenosa es un poquito menos española después de que su segundo mayor accionista, Repsol, anunciase este jueves un acuerdo con CVC (antiguo dueño de R) para venderle su 20,1 % por 3.800 millones. Tras esa operación, que aún deberá superar un complejo proceso de autorizaciones varias, pero que culminará dentro de seis meses, la eléctrica queda bajo el control de dos fondos de inversión: el susodicho, con sede en Londres, más el estadounidense GIP, que controla otro 20 % desde hace año y medio. Suman, pues, el 40 % del capital de la antigua Fenosa, aunque enfrente tienen todavía a Criteria Caixa (CaixaBank), con el 24,4.

«No deja de ser una empresa española por eso: que entren los fondos de inversión demuestra que somos una compañía atractiva», destacaba un directivo de la compañía hace unas semanas. Sin embargo, como en cualquier otra sociedad en la que han aterrizado inversores extranjeros ávidos de rentabilidad, lo más probable es que impriman un ritmo de trabajo más exigente. «Introducen otras maneras de gestionar, pero eso es un síntoma de modernidad», añadía el mismo directivo.

Ese nuevo modo de hacer lo conocen ya las principales compañías energéticas del país, incluida Iberdrola, competidora directa de Gas Natural Fenosa. En la lista figuran antiguas sociedades estatales como Enagás, CLH y Cepsa. Esta última es una de las más veteranas en manos de fondos, pues el brazo inversor del emirato de Abu Dabi compró el 100 % del capital en el 2011.

CVC, además de ser el antiguo propietario de la cablera gallega, es socio mayoritario de CLH, principal empresa dedicada al transporte y almacenamiento de hidrocarburos, que posee una planta importante en A Coruña, frente a la refinería gallega de Repsol.

Roma decide en Endesa

No está en manos de fondos de inversión la otra gran eléctrica española, Endesa, pero sí está controlada desde el extranjero, desde Roma, en concreto, y desde el 2009. El 70 % de su capital está controlado por la compañía estatal italiana Enel. Es la que en el 2015 decidió segregar todo el negocio latinoamericano de Endesa para quedárselo. Desde entonces, la sociedad, propietaria de las centrales térmicas de As Pontes (tanto de la de carbón como la de gas) tiene limitado su campo de acción a España y Portugal, lo que ha adelgazado de forma importante su envergadura.

El capital español controla todavía dos importantes sociedades del ámbito energético: la petrolera Repsol y el gestor único de la red de transporte de electricidad, REE. En la primera, presidida por Antonio Brufau, mandan CaixaBank, con el 9,8 %; y la constructora Sacyr, con el 8,2. Fondos hay. Están Temasek, del Gobierno de Singapur, con el 4,9 %, y BlackRock, con el 4,2 %. Este último instrumento financiero está a su vez, aunque en segundo plano, en Enagás (3,2 %) e Iberdrola (4,9).

REE es uno de los últimos vestigios de las firmas controladas por el Estado central. Con el 20 % del capital, el accionista mayoritario sigue siendo la SEPI, sociedad del Ministerio de Hacienda que controla también, por ejemplo, Navantia. El resto de Red Eléctrica cotiza en bolsa.

Que Repsol haya vendido su 20 % en Gas Natural no es una sorpresa. Buscaba comprador desde hacía tiempo y se topó con CVC, que ha posado sus ojos sobre España y ya no los aparta. Está en Cortefiel y en la aceitera Deoleo. El acuerdo de venta se firmará en realidad con la sociedad Rioja Bidco Shareholdings. Detrás están CVC y Corporación Financiera Alba (grupo March), que de esta manera se hace con el 5,1 % de la eléctrica.

Gas Natural Fenosa emitió un comunicado a última hora de la tarde para valorar de forma positiva la llegada de CVC y Alba, «lo que significa un reconocimiento a la capacidad de creación de valor de la compañía».

El analista y director de Bolsa General Asesores, David Galán, destacó que se trata de la operación de mayor cuantía firmada en los últimos años, al menos tras la de Endesa: Enel pagó de golpe a Acciona 11.100 millones por el 25 % en el 2009, que luego fue ampliando.

Genera, distribuye y vende electricidad

Nuevo presidente y nuevo accionista. Y todo en febrero. La operación fructifica dos semanas después de que Francisco Reynés haya asumido los máximos poderes en Gas Natural Fenosa, sustituyendo a Isidro Fainé y también a Rafael Villaseca como consejero delegado. Reynés será el encargado de presentar el nuevo plan estratégico de la compañía en el que se desvelará definitivamente si habrá o no inversión para prolongar el funcionamiento de la central térmica de Meirama (Cerceda) hasta el 2045. Es uno de los activos de la compañía en Galicia, pero no el único y seguramente no el más importante.

La empresa es la principal comercializadora de energía eléctrica. Con ella tienen contratada la electricidad 1,7 millones de clientes. También es la gran distribuidora, con 1,5 millones de puntos de suministro. Además, en el campo de la generación gestiona 1.256 megavatios hidráulicos, sobre todo en el río Miño; y 320 eólicos, repartidos en trece parques. En Meirama gestiona una central de carbón y en Sabón (Arteixo), un ciclo combinado de gas natural.

En tanto una de las principales adjudicatarias en las subastas recientes de renovables, tiene previsto construir otros siete parques eólicos en los dos próximos años, en los que invertirá en torno a 200 millones de euros.

La plantilla en la comunidad ronda el millar de trabajadores, según datos de la compañía.