Esto es lo que realmente pasó en el concierto de «OT» y nadie contó

Martín Bastos

ACTUALIDAD

Amaia, sobre el escenario
Amaia, sobre el escenario MARTA PEREZ | EFE

06 mar 2018 . Actualizado a las 12:50 h.

Me acaban de contar todo lo que pasó en el primer concierto de OT con mucho detalle y me ha faltado tiempo para empezar a escribirlo. Me llamó mi amiga Isa desde Barcelona, porque ella es una de las 17.000 fans que se presentó con su camiseta de la Bikina en el Palau Sant Jordi, que estaba a reventar. Qué ambientazo. Lo que me adelanta, antes de nada, y recojo sus palabras con literalidad es que fue «flipante». «Tienen todos un nivelazo enorme, hasta los que salieron por la puerta en los primeros programas consiguen un directo magnífico», me cuenta aún con la emoción de ser una de las pocas gallegas que estuvieron en ese directo en que tocaron 36 canciones y dos bises. Los concursantes son todos unos artistazos, nuestra Miriam, genial, pero el público de Barcelona se desvivió por los finalistas catalanes: Alfred y Aitana (que arrasó con Lo malo). Para ellos fue la mayor ovación, aunque el que se ve que mueve el cotarro (esta expresión es muy de mi padre) es Ricky, que fue el que lanzó los gritos de «¡Arriba, Barcelona!».

Los allí presentes tampoco defraudaron, y no solo había niños y adolescentes, también matrimonios de unos 60 años que no se perdían lo más mínimo. Hasta una señora le dijo al marido: «¡Graba ahora, que sale Alfred!». Y Alfred salió y arrolló con Que nos sigan las luces, que fue cuando el Palau se iluminó con los móviles.

Mi amiga Isa lo compara a un concierto de Alejandro Sanz, cuando en esas lentas todo el mundo canta en vaivén. Aquí cantó Amaia, como la superstar que es, su Shake it Out, Miedo y los dúos con Alfred, City of Stars y Tu canción. El que no tuvo mucho hueco fue Roi, pero le puso la misma emoción que sus compañeros. Todos acabaron llorando y cuando sonó Camina, el tema de cierre, las 17.000 personas empuñaron el brazo en alto. Allí estaba Manuel Martos, Manu Guix tocando, y por supuesto Noemí Galera, la presidenta de OT, a la que los chicos acabaron manteando en el escenario. Cuando al final todos salieron a saludar sacaron la bandera del arcoíris y hubo más aplausos todavía. Se nota que es una generación megasimbólica.