La última prueba forense no puede demostrar si Diana Quer fue agredida sexualmente

La Voz VIGO / LA VOZ

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CARMELA QUEIJEIRO

La acusación particular mantiene la petición al juez para que el asesino sea acusado de violación

09 mar 2018 . Actualizado a las 07:27 h.

Era la prueba biológica definitiva. La que faltaba por conocerse para demostrar científicamente que la joven madrileña Diana Quer, además de asesinada el 22 de agosto del 2016 en la comarca de Barbanza, fue también agredida sexualmente por su asesino confeso, José Enrique Abuín Gey. El Instituto Nacional de Toxicología era el encargado de analizar por última vez los restos de la joven y, según informó ayer TVE, dicho trabajo de laboratorio no ha podido demostrar la violación, como tampoco pudo constatar lo contrario. ¿El motivo? El gran deterioro que presentaba el cadáver tras más de 500 días en el pozo de una nave abandonada de Rianxo, el recinto industrial en el que todo apunta que Abuín Gey pudo haber consumado el crimen. El resultado de este estudio forense es idéntico al obtenido en la Unidad de Antropología Forense del Instituto de Medicina Legal en Galicia, ubicado en Verín, en donde se practicó la primera autopsia a la joven.

La noticia difundida ayer no implica que Abuín Gey pueda librarse de la acusación de violación. Para empezar, la Guardia Civil, en sus diligencias, elaboradas tras 16 meses de investigación y analizando el patrón de comportamiento del acusado en otros dos episodios judicializados por agresión sexual e intento de rapto, deja constancia de que sí se había cometido la violación. Lo mismo piensa la acusación particular, que representa a la familia de la joven. Basta recordar una frase de su padre a los pocos días de localizarse el cuerpo de la madrileña: «A mi hija no la desnudaron para ir a misa». Partiendo de ese argumento, la acusación particular intentará demostrar que el crimen tenía un móvil sexual y que la muerte responde a un asesinato, no a un homicidio, que implica una condena de cárcel menor.

El análisis realizado por el Instituto Nacional de Toxicología incluyó tejidos genitales de la joven recogidos en la mesa forense y de una brida que tenía enredada en su pelo al ser localizada. Dicha brida se cree que pudo ser utilizada para inmovilizarla o amordazarla, pero todas las pruebas realizadas dieron resultado negativo por el elevado número de días que pasó sumergida. Ayer un portavoz de la familia aseguró a La Voz que no han recibido notificación alguna del juzgado de instrucción por ahora. El recurso presentado por la acusación particular para que la mujer del Chicle vuelva a ser acusada judicialmente por cooperar con su marido sigue sin resolverse en la Audiencia Provincial de A Coruña.